El delantero ucraniano Andrei Shevchenko le dio el pase a octavos a su país, al generar y convertir el penalti que significó la victoria ante Túnez por 1-0.

El gol de Shevchenko significó además el despertar de su equipo, que venía jugando de forma soporífera, y el suyo propio, puesto que hasta ese momento no había brillado mucho en el compromiso.

Sin embargo, cuando llegó el momento decisivo y el jugador ucraniano recibió el balón el área mostró su oficio en esas situaciones escapándose con un sólo movimiento del hombre que lo marcaba y que no tuvo otro remedio que, asociado con el portero, enviar al delantero ucraniano al piso.

La ejecución posterior del penalti fue fría e impecable y a Schevchenko no se le notaron nervios, pese a lo que estaba hoy en juego en esa jugada.

Shevchenko llegó al Mundial en malas condiciones físicas y lo empezó mal pero ya viene mostrando, poco a poco, que es clave para su selección y que el Chelsea tuvo razones para ficharlo para la próxima temporada.