El ecuatoriano Patricio Crausaz busca escalar el monte Vinson
El Vinson, un monte de 4.987 metros de altitud, situado en la Antártida, es ahora el reto del escalador ecuatoriano Patricio Crausaz, el último de su proyecto por coronar las siete montañas más altas de los cinco continentes.
Crausaz, que ya ha llegado a las cumbres del Carstensz (Indonesia), el Elbrus (Cáucaso Central), el Kilimanjaro (África), el Aconcagua (Sudamérica), el McKinley (Norteamérica) y el Everest (Asia), aseguró hoy a Efe que ahora irá al clima "más extremo" del mundo para conquistar el Vinson.
La travesía comenzará el próximo 6 de enero, con el viaje que hará a Chile, específicamente a Punta Arenas, desde donde, cuatro días más tarde, se embarcará con rumbo a la estación chilena en el continente antártico.
Crausaz formará parte de un equipo de diez escaladores internacionales, que intentarán coronar el Vinson, aprovechando el verano septentrional, cuando se espera que el tiempo contribuya, en algo, a conseguir el objetivo.
"El reto más importante que hay en la Antártida es la variabilidad y el extremo del tiempo, pero se estima que la mejor época para hacer esto (el ascenso al Vinson) es entre mediados de noviembre y mediados de enero. Yo ya estoy en el límite de esta temporada", precisó.
No obstante, el deportista explicó que el ascenso es "más fácil" para los ecuatorianos porque viven en un país plagado de montañas y volcanes, con una geografía "privilegiada" para hacer este tipo de actividad.
El objetivo, según el escalador, es demostrar que "los ecuatorianos podemos" fijar metas y cumplirlas, por ello que su proyecto de coronar las siete montañas más altas de todos los continentes se llama "Ecuador sin límites", un objetivo que, según afirma, se lleva "en nuestra cabeza y en nuestro espíritu".
El actual capítulo de su proyecto, denominado "Ecuador a la Antártida", ha sido financiado gracias al aporte de varias empresas privadas, el ahorro personal y la venta de camisetas diseñadas por un grupo de escaladores, al que pertenece, que llevan un logotipo con la frase "100% ecuatoriano".
Durante los últimos años, Crausaz, de 42 años de edad y economista de profesión, ha estado acompañado por otros compatriotas en sus ascensos a las restantes seis cumbres, aunque en su proyecto a la Antártida, según dice, irá sólo desde Quito.
Hasta ahora, dentro del programa de las siete cumbres, el deportista ecuatoriano ya ha coronado la Pirámide de Carstensz, en Papúa (Indonesia), de 4.884 metros de altitud; el Elbrus, en el Cáucaso (5.642); el Kilimanjaro (5.985); el Aconcagua (6.964); el Everest (8.848); y el McKinley (6.194).
Crausaz sospecha que en su travesía al Vinson le acompañarán estadounidenses, europeos y asiáticos, en tres subgrupos que suman un total de diez "expertos" en este tipo de aventuras, que lleva, de forma intrínseca, "muchísimo riesgo".
Esos riesgos, "se ven magnificados en la Antártida por lo desolado y apartado de la montaña. Hay que hacer una aproximación de varios días, atravesando glaciares perpetuos, con fuerte exposición a caída en grietas pues, en el verano, los puentes de nieve son más frágiles... y el otro es el riesgo del tiempo", dice Crausaz.
"Fácilmente se puede llegar a temperaturas de menos 40 ó 50 grados centígrados, vientos huracanados de entre 60 ó 70 kilómetros por hora, aunque la montaña, en sí, es de una dificultad técnica media... Hay que tenerle respeto, como a cualquier montaña", señala.
Crausaz advierte, además, que la parte "más complicada" del Vinson es una "rampa de unos mil metros y de 45 grados de inclinación" al inicio del ascenso.
El deportista ecuatoriano ha planificado estar un mes fuera de su país en la travesía al monte más alto de la Antártida. Es decir que, "si todo va bien", regresará a Quito el 7 de febrero, aunque precisa que "todo depende del tiempo".
Durante la travesía, Crausaz llevará un equipo de comunicación por satélite, con el cual, además, prevé mantener informada por internet a la comunidad de montañeros de Ecuador y el mundo, a quienes contará los pormenores de una aventura, con la que prevé coronar su más preciado sueño.
EFE