El holandés Robin van Persie fue clave en la victoria de Holanda sobre Costa de Marfil (2-1), al marcar un gol y evitar el del empate de los Elefantes.

Con esta victoria, el conjunto de Marco van Basten está clasificado para los octavos de final del Mundial de Alemania. Con este partido, Van Persie ha recuperado la confianza en sus posibilidades.

Porque al delantero del Arsenal, por el que el club londinense pagó 4 millones de euros en mayo de 2005, se le ha acusado siempre de tener una moral frágil y de no confiar en su juego, lo que le lleva a cometer penaltis en los momentos menos apropiados y a ser un suplente habitual en el conjunto de Arsene Wenger y en la selección holandesa.

El extremo, de 22 años, parece que ha cambiado en Alemania, donde se atrevió a recomendar a Arjen Robben que soltase más el balón, tras el gran partido del extremo del Chelsea ante Serbia y Montenegro.

Frente a Costa de Marfil, Van Persie abrió el camino de la victoria con un gran gol de golpe franco y, en el segundo tiempo, evitó el empate al despejar con el pecho un remate sobre la línea de gol. Dos acciones que valen una clasificación por anticipado.