Claude Makelele, el pilar de la selección francesa, fue designado hoy jugador del partido Francia-Suiza, una recompensa para un hombre que no ganó el Mundial de 1998 ni la Eurocopa de 2000.

Pese a que por generación pertenece al grupo de Zinedine Zidane, triunfadores de la doble corona, Makelele tardó en ser reconocido como un imprescindible de la selección.

Sólo tras el triunfo en la Eurocopa de 2000 y la retirada de hombres como Emmanuel Petit parece haberse hecho un hueco entre los bleus.

A sus 33 años, el jugador de Chelsea pretende levantar en Alemania la copa que no alzó en Francia. Considerado como uno de los hombres en mejor forma de Francia, Makelele se ha convertido en un imprescindible del grupo de Raymond Domenech.

Trabajador incansable, recuperador de balones sin igual, Makelele es alabado tanto en su actual equipo como en los anteriores, en particular en el Real Madrid, donde una parte de la afición le echa de menos.