Australia marcó sus primeros goles en la historia del Mundial.
La selección de Australia, que regresaba a un Mundial después de 32 años de ausencia, marcó hoy sus tres primeros goles en la historia de la Copa del Mundo por medio de Tim Cahill en los minutos 84 y 89 y de John Aloisi en el 92 del partido contra Japón, en el estadio Fritz Walter de Kaiserslautern.
Cahill, máximo goleador de la fase de clasificación de Oceanía con siete tantos, se aseguró hoy un hueco en la historia del fútbol australiano al conseguir el primer gol para Australia en un Mundial, pero también el segundo, que ponía en ventaja a los Socceroos después de haberse ido con un resultado adverso al descanso (1-0).
Aloisi, jugador del Alavés español, redondeó la cuenta australiana con un remate por bajo cuando el reloj marcaba ya el minuto 92 del partido.
La llegada del holandés Guus Hiddink, héroe popular en Corea durante el Mundial 2002, a la dirección técnica de Australia supuso un salto cualitativo para los Socceroos, que consiguieron un puesto entre los 32 finalistas de Alemania 2006 dejando en el camino a Uruguay, dos veces campeón del mundo.
Desde su presencia en el Mundial de Alemania'74, su único precedente en el torneo, Australia no había conseguido hasta ahora un puesto de finalista. Hiddink, que sorprendentemente llevó a Corea hasta las semifinales hace cuatro años, vuelve a la carga en Alemania con la misión de cambiar la imagen del fútbol australiano.
Su única presencia mundialista anterior se resumía en tres partidos jugados, un balance de un empate y dos derrotas, y un casillero de goles marcados por estrenar. Hoy, en un solo encuentro, ha marcado tres.
Por el momento ya se ha ganado el respeto de sus rivales, aunque haya sido por la vía de ser considerado un equipo que juega sucio.
Hiddink manifestó su enfado por las acusaciones provenientes de un directivo de la Federación Japonesa. Me irrita sobremanera que se hagan estas insinuaciones. Tenemos un gran equipo que no rehuye el cuerpo a cuerpo, pero es que todos los equipos tienen que luchar en el campo, señaló.