Capital ecuatoriana: color y sabor a fútbol.
La capital ecuatoriana amaneció hoy con color y sabor a fútbol, con banderas amarillo, azul y rojo por todo lado, camisetas de los mismos colores en cuerpos de hinchas de todas las edades: hombres y mujeres, que al otro lado del Atlántico apoyan a la selección que se enfrenta a Polonia en el Mundial Alemania'06.
Ni el frío ni la lluvia con que amaneció Quito impidieron a varios aficionados lucir la camiseta de la tricolor, como se conoce a la selección en referencia a los tres colores de la bandera de Ecuador: amarillo, azul y rojo.
Pero los más frioleros no se quedaron atrás y bajo varias capas de ropa, también usaron lo que en Ecuador se ha dado en llamar la piel del país, la camiseta de la selección en la que prima el color amarillo.
Una aficionada incluso confesó que durmió con la camiseta de la selección, mientras en la televisión bailarines contonearon sus cuerpos al ritmo de canciones en honor a la selección con trajes, algunos con muy poca tela, pero, eso sí: amarillo, azul y rojo.
El fútbol también ha invadido varios sets de televisión y ha capturado a presentadores y periodistas que han vestido la camiseta, incluso para realizar entrevistas sobre temas políticos, económicos y otros que no están vinculadas al deporte.
A las pantallas de televisión también han llegado astrólogos que para analizar la situación de la selección desde las estratosféricas influencias de planetas que definen, según sus análisis, el signo de las personas y sus relaciones.
Así se conoce que la mayoría de los seleccionados son de signo Leo y que tan sólo dos: Agustín El Tin Delgado, y el técnico de la selección, el colombiano Luis Fernando Suárez, son Capricornio.
Algo tan personal y familiar como la alegría del nacimiento de una niña fue también hoy noticia nacional, al tratarse de la llegada al mundo de la hija de Paúl Ambrosi, uno de los seleccionados que se encuentra en Alemania.
La madre y el suegro de la niña, que aún no tiene nombre, coincidieron en señalar que desde este lado del Atlántico, el nacimiento de la pequeña envía buenas energías a los seleccionados.
El orgulloso abuelo, vestido de selección al usar también la camiseta tricolor, se repite en miles de ecuatorianos que llevan esa prenda o que se han unido al fervor deportivo colocando banderas en las ventanas de sus casas.
En los coches también flamean banderas y en el interior no faltan los muñecos amarillo, azul y rojo, llaveros de esos colores u otros artículos, todos relacionados con la presencia de Ecuador en el Mundial por segunda vez consecutiva tras su participación en el de Corea y Japón 2002.
Uno de los principales centros comerciales de Quito saluda desde hoy al Mundial con inmensas banderas de cada uno de los países participantes en la competición deportiva.
En las calles todos hablan de fútbol y aunque muchos se han organizado con semanas de anticipación para ver el cotejo, hay quienes aún perfilan cómo, dónde y con quién verán el primer partido de Ecuador en Alemania.
Por ello, restaurantes, bares y cines, entre otros, ofrecen atractivas formas de ver el fútbol en pantallas gigantes, con comidas especiales, con menús tricolor, con diversas promociones.
Al mercado de quienes están solos para ver el Mundial apuntan diversas jóvenes que en las calles entregan tarjetas en la que ofrecen amable compañía...para ver el fútbol, claro.
La decisión del Gobierno de que se trabaje media jornada para permitir a los habitantes de este país ver el fútbol con tranquilidad es aplaudida por los aficionados, aunque, así mismo, hay a quienes el Mundial no atrae para nada.
También algunos establecimientos educativos han tomado medidas para que los chicos no se pierdan el debut de Ecuador, y mientras algunos han suspendido las clases totalmente, otros han reducido la jornada de trabajo y unos más han colocado televisores para ver el fútbol en comunidad, en equipo.
Preparativos más, preparativos menos, Sí se puede, si se pudo y siempre se podrá, es la frase que se repite hoy en Ecuador y que contagia optimismo hasta a quienes se dicen inmunes al fútbol.