Pulso amistoso para saber quién se destaca más en Gelsenkirchen.

Enviado por roberto el Vie, 09/06/2006 - 11:46

Seguidores de las selecciones de Ecuador y Polonia deambulan hoy por las calles céntricas de Gelsenkirchen en un pulso amistoso para saber quién se deja notar más horas antes del partido que medirá a sus dos equipos nacionales en el Aufschalke Arena.

Desde la jornada de ayer empezaron a llegar aficionados a Gelsenkirchen, ciudad de unos 250.000 habitantes próxima a la frontera con Holanda y que los recibe engalana con símbolos alusivos al Mundial y también los colores celeste y blanco del equipo local, el Schalke 04, un verdadera pasión local.

A la denominada fiesta del aficionado que tuvo lugar anoche en unas instalaciones deportivas a medio camino entre el centro de la ciudad y el estadio y en la que miles de personas disfrutaron con actuaciones musicales y bailes, hoy la diversión está en las calles y plazas, con terrazas y bares donde se confunden los colores amarillo de los ecuatorianos y rojo de los polacos.

Los residentes en Gelsenkirchen no han querido ser menos y en multitud de balcones y terrazas se desprenden banderas alemanas, al igual que en automóviles particulares y taxis.

También se han instalado para los prolegómenos del partido algunos escenarios en plazas, donde actúa grupos musicales, entre ellos uno ecuatoriano patrocinado por la embajada del país en Alemania y el ministerio de Turismo.

Con forme pasan las horas, algunos aficionados se desplazan a las cercanías del estadio -a unos siete kilómetros del centro-, para lo que la ciudad dispone de una buena red de autobuses y tranvías, aunque la estancia en las proximidades del recinto deportivo, inmerso en una gran zona verde, sólo invita al descanso bajo la sobra de los árboles.

Las previsiones oficiales son las de que cerca de diez mil ecuatorianos visiten Alemania durante los días del Mundial, de los que aproximadamente la mitad llegaron de su país y el resto de diferentes lugares de Europa.

En el caso polaco, la policía teme que puedan viajar hasta Alemania unos trescientos mil seguidores del equipo nacional, de los que una mínima parte tendrían localidades para los partidos.

Por este motivo, las policías polaca y alemana se han coordinado y se ha potencia el control en la frontera entre ambos países para impedir la entrada a hinchas violentos.