La cuenta atrás para el inicio mundialista de Costa Rica comenzó en la sesión matinal de entrenamientos que este lunes estableció el seleccionador Alexandre Guimaraes, que intensifica la puesta a punto del equipo ante el arranque competitivo frente Alemania el próximo viernes en Múnich.

El preparador costarricense acelera el paso ante el estreno. Doble sesión para apurar la preparación. La primera cuidó el estado físico de los futbolistas. Cerca de media hora de carrera continua por los alrededores de la zona de práctica, situada a la entrada de Walford, una pequeña localidad próxima a Heidelberg. Una zona tranquila. Casi aislada, rodeada de bosques, donde apenas destacan los campos de entrenamiento.

Guimaraes, un estudioso del fútbol y sus sistemas, mantiene la premura en el toque de queda y la puesta en movimiento de sus hombres, que saltan al campo de fútbol -el pequeño estadio de Walford- después de ejecutar los ejercicios de estiramiento y de carrera.

A partir de ese momento el seleccionador ofrece el único momento público de su trabajo. No desvela sus cartas el entrenador tico, que permite la entrada al recinto de los medios de comunicación, pero no del público, durante media hora. Un complemento físico, acompañado del balón, completó esos treinta minutos.

El técnico ha empezado la semana con todos los hombres a su disposición. Si no hay incidentes en los días previos al arranque mundialista, Guimaraes podrá contar con los veintitrés seleccionados una vez superadas las dolencias que atravesaron, entre otros, Gilberto Martínez o Leonardo González en días pasados.

Guimaraes, aporta a sus entrenamientos utilidades formativas de otros deportes. Conocido su gusto por la NBA y los métodos de sus técnicos, en esta ocasión tiró del rugby para mantener e intensificar la dinámica de sus futbolistas. Un partidillo en un reducido espacio con un balón de fútbol americano mantuvo entretenidos y ejercitados a sus jugadores, que completaron la sesión pública con varias series de sprints y ejercicios de rondos.

Para completar las casi dos horas de entrenamiento matinal Guimaraes efectuó treinta minutos tácticos y estratégicos a puerta cerrada. La lección se ampliará en la jornada vespertina. También sin observadores alrededor.