Se acerca la hora cero.
La Selección Nacional cerró su fase de preparación con miras a la disputa del Campeonato del Mundo, con dos resultados poco alentadores. El empate ante Colombia, en el Estadio de Los Gigantes en New Jersey, dejó muchas dudas. La dinámica que buscó imprimir de medio campo para adelante, lo llevó a la imprecisión. El equipo como tal, en el juego colectivo naufragó y las individualidades no llenaron las expectativas.
La actuación del golero Cristian Mora fue evidente. Nervioso y falto de confianza, desprolijo en las salidas, transmitió inseguridad y con su actuación puso en serio peligro la condición de titular con la que llegó al encuentro ante los cafeteros. Es verdad, que en este encuentro faltaron algunos elementos considerados claves en el esquema de Luis Fernando Suárez sin embargo el uno a uno no alcanzó para maquillar las deficiencias del cuadro tricolor. En definitiva Ecuador no aprobó el examen.
Ante Macedonia, en Getafe-España, pese a la derrota que indudablemente preocupa y lastima la autoconfianza de los jugadores, la Selección mostró algunos aspectos interesantes. El rendimiento en el primer tiempo se acercó a lo que todos esperamos, más allá de la irregular actuación del otro arquero Edwin Villafuerte, que tampoco transmitió seguridad, y que es sin duda un serio problema que en los pocos días que falta para el debut ante Polonia, Suárez tendrá que resolverlo.
El equipo funcionó coherentemente en todas sus líneas, tácticamente recuperó la memoria, el sistema defensivo, realizó bien los achiques, buscó permanentemente la salida por los costados, y generó varias posibilidades de gol. Tenorio y Delgado dejaron en claro que es lo mejor que tenemos en materia ofensiva. Un primer tiempo esperanzador. En la fracción complementaria, el técnico ensayó el esquema de 3-5-2, excluyó a jugadores importantes como Méndez, Valencia y Delgado y el equipo se cayó y perdió la brújula. Está claro que para ensayar este sistema se requiere de mucho tiempo, el cual ya no existe, por lo que considero que Suárez debe abortar ese proyecto y mantener el 4-4-2 que es el que más satisfacciones le ha proporcionado.
Hay que destacar también, la actitud que los jugadores mostraron en los últimos 25 minutos, espíritu de lucha, garra y coraje, sometieron al rival. Y de no mediar la gran actuación del arquero macedonio, Ecuador debió haber ganado y en forma contundente. De cualquier manera, la historia está escrita. Confío en que Suárez haya encontrado las respuestas a sus dudas, que estos dos encuentros le hayan permitido sacar las mejores conclusiones para que el arranque del mundial, el 9 de Junio en Gelsenkirchen depare una gran alegría para todos los ecuatorianos.