El centrocampista brasileño Carlos Alberto, cuya ficha pertenece al Werder Bremen alemán, abandonó hoy el Botafogo de Río de Janeiro, en el que actuaba en la calidad de cedido, disgustado con el atraso de la entidad en el pago de los salarios de los últimos tres meses.

Carlos Alberto, en un comunicado divulgado por sus asesores, explicó que apenas acudió el miércoles a la sede del Botafogo para despedirse del entrenador, Ney Franco, y de sus ahora ex compañeros ya que no pretende regresar al club, al que demandará en los tribunales para que pague los salarios atrasados.

"Infelizmente fui obligado a tomar esa actitud para buscar en la justicia mis derechos como trabajador. Tuve paciencia a lo largo de la temporada. Intenté entender las dificultades financieras que atraviesa el club: Intenté un acuerdo, conversé con el presidente (Bebeto de Freitas), pero no conseguí solución", señaló la nota.

"Ya trabajé en varios clubes en Brasil y en el exterior, y ésta es la primera vez que tengo que acudir a la justicia para recibir mis derechos", agregó el centrocampista, un jugador considerado polémico que también militó en equipos como Sao Paulo y Fluminense.

El Botafogo, uno de los conjuntos más tradicionales de Brasil y que en la década del sesenta era uno de los que más aportaba jugadores a la selección nacional, entre los cuales Garrincha y Zagallo, no ha pagado los salarios de sus futbolistas en los últimos tres meses.

Carlos Alberto fue el primero en anunciar la salida del club, pese a que otros jugadores, entre ellos el portero uruguayo Juan Guillermo Castillo, también amenazan con abandonar el equipo si continúan los impagos.

"La cuestión de los salarios es una situación muy pesada, siempre molesta mucho a los jugadores. Tengo contrato con el equipo y quiero quedarme porque me siento muy bien aquí, pero si seguimos con esta situación, vamos a ver qué sucede. Puede hasta que me busque otro sitio para trabajar", afirmó el lunes Castillo, quien llegó esta temporada al Botafogo y tiene contrato hasta 2011.

Carlos Alberto, que tenía un contrato para actuar como cedido al Botafogo hasta junio de 2009, aseguró que acudirá a los tribunales para intentar recuperar los salarios atrasados, así como otros premios, garantías, cesantías y los derechos de imagen.

El jugador, considerado como el fichaje más caro en la historia del Werder Bremen (ocho millones de euros), está vinculado al club alemán desde julio de 2007 pero poco pudo actuar en la Liga germana por diferentes lesiones y el ano pasado fue cedido al Sao Paulo -del que fue excluido por disputas internas- y este al Botafogo.

Los problemas financieros por los que atraviesa el Botafogo han hecho incluso que el entrenador del equipo se abstenga de imponer las tradicionales multas por sanción e indisciplina a sus jugadores, ya que, considera, no puede castigar económicamente a alguien que no percibe su salario. EFE