El argentino River Plate se impuso por 1-3 al Corinthians para avanzar a cuartos de final de la Copa Libertadores, donde se enfrentará al Libertad de Paraguay, que a su vez derrotó en los penaltis a Tigres, de México.

El partido terminó en violencia campal fuera de la cancha, cuando los fanáticos del Corinthians, enardecidos por la inminente derrota, intentaron ocupar el campo, derrumbaron portones que cercan el estadio y debieron ser contenidos por la policía con el uso de bombas lacrimógenas y balas de goma.

En un vertiginoso partido, lleno de jugadas de contragolpes, ambos equipos habían peleado duro desde el primero minuto, con constantes llegadas y amenazas a cada lado de la cancha.

La sentencia del encuentro llegó en el minuto 71, cuando el recién llegado Higuaín, en una jugada de contraataque marcó el definitivo 2-1 al recibir un pase rastrero de Gallardo.

Otra vez con la ayuda de Gallardo, que cobró una falta por el lateral derecho el propio Higuaín arrojaría la última pala de tierra sobre el Corinthians en el minuto 81, lo que desató la ira del público.

Entonces el árbitro Carlos Chandía decretó el fin anticipado del partido por falta de condiciones de seguridad.

El Corinthians, que había dominado la mayor parte del partido y contaba con el impulso y el estruendo de una abnegada hinchada, simplemente se desmoronó en el segundo tiempo con un autogol cometido por su estelar Coelho, cuando ya se aprestaba a celebrar lo que parecía un posible triunfo 1-0.

En este clásico de clubes del fútbol sudamericano, el conjunto brasileño tan sólo necesitaba de una victoria por un gol de diferencia de 1-0 ó de 2-1 para avanzar en el torneo, ya que el River había encajado dos en el partido de ida.

El juego duro del River se hizo evidente en las estadísticas, con 15 faltas decretadas por el principal por nueve para los brasileños solamente en el primer tiempo.

Durante todo el partido, en los números el Corinthians había sido el más efectivo en el ataque y en el control del balón, con mayor número de llegadas efectivas, incluyendo varias de su estelar delantero, el argentino Carlos Tévez, el mejor jugador del Campeonato Brasileño de Fútbol de 2005 y archirrival del River en sus tiempos del Boca Juniors.

La llave Tévez-Nilmar en la delantera del Corinthians había hecho sufrir a los visitantes y el gol de la esperanza brasileña llegaría en el minuto 38, en un efectivo cobro de falta de Ricardinho, recibido por Nilmar quien se elevó para cabecear y burlar al portero Lux.

En el segundo tiempo ambos equipos parecen dispuestos a poner y tras varias llegadas y amenazas tempranas del Corinthians, el River reaccionó y se volcó sobre el área contraria, forzando cuatro consecutivos tiros de esquina.

Fue en uno de esos disparos que Gallardo cruzó desde el lateral derecho, muy cerca de la portería corinthiana.

En la confusión el defensa Coelho saltó intentando rechazar con un cabezazo pero el balón entró en su propia valla y el River logró equilibrar el marcador.

Corinthians tuvo entonces que comenzar todo de nuevo, pero ya estaba desmoralizado y vio cómo se le iba de las manos una victoria que creía segura, como lo creyeron sus miles de hinchas que no aceptaron la derrota y estuvieron a punto de provocar una tragedia.

SÍNTESIS DEL PARTIDO:

Corinthians (1): Silvio Luiz; Coelho (Eduardo Ratinho), Marcus Vinicius, Betao, Rubens Júnior, Marcelo Mattos, Xavier (Roger), Ricardinho, Carlos Alberto (Rafael Moura), Tévez y Nilmar.
DT: Ademar Braga.

River Plate (3): Germán Lux; Danilo Gerlo, Julio Cáceres, Cristian Tula; Paulo Ferrari, Jonathan Santana, Oscar Ahumada, Federico Domínguez; Marcelo Gallardo; Gonzalo Abán (Gonzalo Higuaín) y Ernesto Farías.
DT: Daniel Passarella.

GOLES: 1-0: Nilmar (min 38); 1-1: Coelho (min 56, en propia meta); 1-2: Higuaín (min 71); 1-3: Higuaín (min 81).

ÁRBITRO: Carlos Chandía (CHI). Amonestó a Cáceres por el River Plate.

ESTADIO: Disputado en el estadio Pacambu, de Sao Paulo.  partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores.