Oliver Kahn acepta el reto de ser suplente.

Enviado por roberto el Mar, 11/04/2006 - 12:23

El guardameta del Bayern Múnich Oliver Kahn aceptó el puesto de suplente en la selección anfitriona del Mundial, pese a su decepción por ver a Jens Lehmann convertido en titular.

No ha sido fácil, he tenido que reflexionar y procurar no actuar movido por la emoción, sino por convicción... Y he llegado a la conclusión de que lo más importante es el bien de la selección, dijo Kahn, tres días después de la decisión a favor de Lehmann.

El seleccionador Jürgen Klinsmann zanjó el pasado viernes el dilema planteado entre Kahn y Lehmann, ambos de 36 años y ambos con aspiraciones a la titularidad, y se decantó por el meta del Arsenal.

Su decisión iba precedida por dos años de tira y afloja y levantó un revuelo con dimensiones propias de acontecimiento nacional, a 63 días de la inauguración del mundial en el estadio olímpico de Múnich, con el partido de entre Alemania y Costa Rica.

Naturalmente es duro no lograr un objetivo por el que se ha luchado duro durante dos años, añadió Kahn, respecto a su deseo de ser el titular de una selección que aspira a ser campeona mundial.

Finalmente prevaleció la convicción de que hay que sacar la mejor conclusión posible de lo ocurrido y de que es el momento de mostrar grandeza y no dejarse llevar por cuestiones personales.

Tenía ante sí el reto de aceptar dignamente el puesto de segundo, lo que, grandezas aparte, sólo le puede reportar ventajas: es la única opción que le queda para ser campeón del mundo y encima en casa y, además, estuvo a la altura de lo que se espera de un titán.

Si las cosas salen bien estará entre los nombres del honor, incluso si no ha jugado, y si sale mal no habrá sido culpa suya.

Kahn, apodado King Kahn o Titán Kahn, habló de grandeza, después de que el viernes diera a conocer su decepción sin medida, mediante un comunicado, pero sin hacer hasta hoy declaraciones.

Ser el número dos no será fácil para una persona acostumbrada a la primera posición y que, además, contaba con el respaldo del poderoso lobby de su club y del kaiser y máximo responsable del comité organizador del Mundial, Franz Beckenbauer.

Parte de la polémica sobre Kahn fue motivada por las presiones ejercidas desde el Bayern sobre Klinsmann para que tomase la decisión oportuna.

Beckenbauer llegó a decir que no podía imaginarse a ningún otro guardameta que Kahn en la inauguración en el estadio muniqués.

Las presiones se volvieron en contra de Kahn y Klinsmann mostró una vez más su predisposición a actuar por su cuenta, por encima de las críticas que la jugada puede costarle en caso de pinchazo.

Kahn es un símbolo del fútbol alemán, no sólo porque hasta ahora se le consideró el mejor guardameta del mundo, sino porque además encandila a propios y extraños con frases célebres, como cuando respondió ante la cámara, al final de un partido, que lo que les faltó a los suyos para ganar fueron, simplemente, huevos.

Kahn aceptó el desafío cuando Klinsmann anunció, al asumir el cargo, que la lucha por la titularidad en la portería del equipo nacional quedaba abierta.

Desde el principio se notó una predilección del seleccionador por su rival, lo que encima coincidió ahora con el declive de Kahn.

Seis días antes de decidirse por Lehmann encajó dos goles en el partido de Bundesliga contra Colonia (2-2). Este sábado, el Bayern Múnich perdió 0-3 contra el Werder Bremen.