Una cárcel temporal se está construyendo en Hamburgo, una de las sedes del Mundial, con el objetivo de encarcelar a los aficionados que causen disturbios durante el torneo, que se disputará en Alemania del 9 de junio y al 9 de julio.

Esta instalación podrá albergar hasta 150 detenidos y la ley permitirá que los aficionados violentos sean retenidos allí un máximo de dos semanas en los casos más extremos, según declaró hoy el portavoz de la policía Marco Haase.

Queremos una Copa del Mundo pacífica y esperamos que estas instalaciones no resulten necesarias finalmente, declaró Haase.

La cárcel costará 3,8 millones de euros y es parte del presupuesto de 8,8 millones de euros destinados a la seguridad en la ciudad, que albergará cinco encuentros del Mundial.