Juventus Turín y Milan, primero contra segundo, respectivamente, sellaron con una igualada sin goles un partido de mejor juego milanista pero que deja en bandeja la competición en favor del equipo turinés, al término de la vigésimo novena jornada liguera.

Una igualada que, sin duda, prácticamente da el scudetto en bandeja al Juventus, que prosigue como líder con diez puntos de ventaja sobre el Milan, segundo clasificado; pero que refrenda las sensaciones dejadas por uno y otro esta semana en los partidos continentales que les dio el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Y es que mientras el Milan brilló entonces (goleada al Bayern Munich) y se mostró ahora ambicioso; el Juventus se tornó esta noche igual de triste, cansado y poco lucido como ante el Werder Bremen, donde pasó ronda por el gran error al final del meta alemán.

El partido, sobre un pésimo e irregular terreno de juego, se presentaba como prácticamente la última ocasión del Milan de reabrir sus opciones de apuntar por el scudetto, lo que pasaba únicamente por un triunfo que redujera en siete los puntos de desventaja sobre el Juventus con que llegaba.

Para el Juventus, lógicamente, las cosas no eran tan agobiantes ni acuciantes sabedor de que le valía hasta el empate y que un triunfo ya le daría casi definitivamente el título. Pero le quedaba el regusto de que la victoria le vengaría de la derrota sufrida en terreno milanés en la primera vuelta; la única sufrida en el actual campeonato nacional.

Por ello, el partido se inició a buen ritmo, con fuerte presión y en busca de la meta rival. Sin embargo, pronto se vio al Milan más fresco y peligroso que un Juventus que, pasados los primeros, minutos empezó a dar sensación de cansancio. Y es que al conjunto turinés le costaba construir su maniobra de ataque.

De ahí que el meta juventino Gianluigi Buffon estuviese en la primera mitad bastante más solicitado y empeñado que su colega brasileño milanista Dida, que apenas tuvo que intervenir ante la poca actividad de un ataque local donde el sueco Zaltan Ibrahimovic estaba en una de sus negativas jornadas y el francés David Trezeguet demasiado desasistido.

Pudo anotar el Milan en un par de ocasiones: la primera (m.20) en jugada de Serginho con cesión al ucraniano Andreiy Shevchenko y disparo de este que dio en un compañero; la segunda (m.36) al no saber resolver Filippo Inzaghi un balón que había quedado suelto en el borde del área pequeña juventina.

La segunda mitad se inició con el capitán juventino Alessandro del Piero sobre el campo, en lugar de un perdido y decepcionante Ibrahimovic. El mayor trabajo de Pinturicchio en la medular niveló algo las cosas, al dar mayor respiro al brasileño Emerson. No obstante, era el Milan quien seguía dando mayores sensaciones de peligro.

Pero, en apenas tres minutos, el tosco y excesivamente revolucionado Gattuso dejó helado a su equipo: pasó de protagonista positivo (remate de cabeza despejado con los puños por Buffon (m.65) a negativo (dura entrada y su segunda tarjeta amarilla, m.68).

Y ello, sin duda, perjudicó los intereses del Milan y dio vida a un Juventus que se vio con superioridad numérica en el tramo final.

La inferioridad numérica sin embargo no se notó tanto, pues fue el Milan quien siguió más ambicioso ante un Juventus poco lúcido y bloqueado, que no era capaz de osar pese a tener todo (menos el físico) de su parte.

No pasó nada, el partido se cerró con la igualada sin goles. Y con el scudetto ya prácticamente en las vitrinas del Juventus, esta noche más especulativo y cansado, y menos brillante que el rival.