El meta internacional Santiago Cañizares detuvo un penalti lanzado por Ronaldo en el minuto 89 y propició una igualada sin goles entre el Valencia y el Real Madrid que se convirtió en un paso atrás para ambos equipos en su remotas posibilidades de dar al alcance al Barcelona.

Fue un partido sin goles, pero con este penalti y otro que le público consideró como tal en el área madridista, en el primer periodo, pero que el colegiado no señaló.

Además, el encuentro fue parejo en los futbolístico, ya que ambos conjuntos buscaron la victoria hasta el final y unos y otros acusaron el esfuerzo realizado con unos minutos finales jugados casi al límite y con las fuerzas agotadas.

El único ganador del encuentro fue el Barcelona, que espera el partido de Pamplona en unas circunstancias mejores a las que había antes del inicio del encuentro.

El Real Madrid se hizo con el balón en la jugada inicial y al cuarto de hora todavía no la había soltado. Fueron minutos de largas posesiones en el centro del campo, sin que los futbolistas del Valencia tuvieran opción alguna de hacerse con la pelota.

No se reflejó esta posesión del balón en jugadas de peligro, ya que Cañizares apenas se vio asediado, puesto que los centros laterales eran fácilmente neutralizados por la zaga valencianista.

Mediado el primer periodo despertó el Valencia y empezó a aproximarse con más asiduidad a la meta de Casillas, aunque tampoco fue capaz de crear ocasiones claras para adelantarse en el marcador.

La jugada polémica del partido se produjo en el minuto 25, en una acción en la que Sergio Ramos cogió el balón con la mano dentro del área tras una jugada en la que Villa había caído junto a Raúl Bravo fuera del área.

Villa reclamó falta, pero el colegiado indicó que siguieran jugando y, en ese momento, fue cuando Ramos cogió la pelota. Entre las protestas de los jugadores del Valencia y del público, el árbitro resolvió la situación con una falta a favor del Real Madrid en el lugar donde había caído Villa.

Desde ese momento, el partido fue otro: más de ida y vuelta, con constantes alternativas y aproximaciones ante ambas porterías, en la mayoría de los casos sin excesiva claridad, por lo que se llegó al descanso con el empate inicial.

El partido se abrió más si cabe tras el descanso. El Valencia encontró más huecos al contragolpe y parecía sentirse más cómodo y las posesiones de balón del Real Madrid no eran las del primer periodo.

A medida que pasaban los minutos, el equipo visitante se creció, empezó a trenzar mejor su fútbol y en el minuto 65 un espléndido cabezazo de Baptista propició una gran parada de Cañizares, cuando el partido ya estaba para el que fuera capaz de marcar un gol.

Para ello el Real Madrid decidió contar con Ronaldo, Robinho y Cassano en lugar de Raúl, Zidane y Baptista, mientras que las alternativas del Valencia fueron Rufete, Mista y Fabio Aurelio en lugar de Angulo, Regueiro y Aimar.

El encuentro entró en los últimos diez minutos con ambos equipos muy mermados físicamente, con las energías justas y a la espera de que se pudiera decir en una acción aislada.

Esta llegó en un derribo de Cañizares a Ronaldo en el minuto 88 que fue sancionado con penalti. El delantero brasileño lanzó raso a la izquierda del portero del Valencia y éste detuvo el balón y selló la igualada que deja la diferencia particular de goles a favor del equipo de Mestalla.

SÍNTESIS DEL PARTIDO:

Valencia (0): Cañizares, Miguel, Albiol, Marchena, Moretti, Albelda, Baraja, Angulo (Rufete,m.64), Aimar (Fabio Aurelio,m.79), Regueiro (Mista,m.67) y Villa.

Real Madrid (0): Íker Casillas, Michel Salgado, Sergio Ramos, Mejía, Raúl Bravo, Diogo, Guti, Cicinho, Zidane (Robinho,m.74), Baptista (Cassano,m.87) y Raúl (Ronaldo,m.62).

ÁRBITRO: Mejuto González (colegio asturiano). Amonestó por el Valencia a Albiol, Mista, Marchena y Cañizares y por el Real Madrid a Mejía y Guti.

ESTADIO: Partido disputado en el campo de Mestalla ante 50000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los atentados perpetrados en Madrid el 11 de marzo de 2004, hace hoy dos años, en los que murieron 191 personas.