Klinsmann se enfrenta a la tormenta tras debacle ante Italia.

Enviado por roberto el Jue, 02/03/2006 - 12:41

El seleccionador alemán, Jürgen Klinsmann, se ha enfrentado hoy abiertamente a la tormenta de críticas que generó la debacle de su equipo ante Italia y pidió a los medios y al entorno de la selección que mirarán hacia adelante al tiempo que refrendó su confianza en los jugadores que fracasaron en Florencia.

Le hemos dicho anoche a los jugadores que estuvieron en el partido que si no se lesionan y están en forma serán vueltos a convocar para el próximo amistoso contra Estados Unidos, dijo Klinsmann en una conferencia de prensa convocada especialmente para analizar la goleada por 4-1 sufrida ante los italianos.

La goleada llegó en el peor momento de la era Klinsmann, justo después de que el seleccionador se había convertido en blanco de críticas debido al contencioso con el defensa Christian Woerns que terminó con la exclusión definitiva del jugador del equipo nacional.

Lo de ayer no fue agradable para nadie pero ahora lo importante es aprender de lo ocurrido, esperamos una reacción de todos, añadió.

Por lo dicho en la conferencia de prensa, de Klinsmann no se pueden esperar grandes cambios en los 99 días que quedan para el Mundial.

Su confianza en los jugadores y su convicción de que pueden dar mucho más de lo que mostraron anoche parece inquebrantable. Tampoco en su planteamiento táctico -marcado por la filosofía de jugar lo más lejos posible de la propia área lo que hace al equipo susceptible de sufrir contragolpes- es de esperar una modificación.

Sin embargo, a lo que Klinsmann si se mostró dispuesto fue a escuchar y a asumir las críticas. Incluso, al comienzo de la conferencia de prensa invitó a los periodistas a que intervinieran no sólo con vuestras preguntas sino también con vuestras opiniones aunque estas ya estuvieran consignadas por escrito en los diarios de hoy.

La meta fijada por la selección, buscar el título mundial, tampoco cambia aunque el manager de la selección, Oliver Bierhoff, hizo una precisión.

Nunca hemos dicho que somos favoritos, no estamos tan locos. Lo que hemos dicho es que queremos ser campeones del mundo y vamos a trabajar para ello, dijo Bierhoff.

La fe en la afición, después de anoche, parece haber disminuido y, según una encuesta relámpago de la cadena de noticias n-tv, que transmitió en directo y completa la conferencia de prensa de Klinsmann, sólo un 14 por ciento de los alemanes creen en el título.

Sin embargo, el segundo entrenador, Joachim Low, cree en una reacción del equipo que le permitiría presentarse de una manera completamente distinta durante el Mundial.

Cuando tengamos al grupo reunido durante tres semanas y media empezarán a establecerse ciertos automatismos necesarios para cualquier equipo y que no funcionaron anoche, sostuvo Low.

Los periodistas asistentes no escatimaron sus opiniones. Hubo quien preguntó si jugar de manera tan abierta no era como jugar al póquer mostrando las cartas desde el comienzo. Otro preguntó si Alemania todavía era tomada en serio por los grandes del fútbol mundial y uno más si no era un error darle tanta responsabilidad a tantos jugadores jóvenes.

Klinsmann no esquivó las críticas ni tiró balones afuera, sino que defendió abiertamente el curso que ha seguido hasta ahora. Sé por nuestras conversaciones con otros seleccionadores que nos siguen tomando muy en serio, dijo. Sobre los jóvenes, reiteró que creía en ellos y que se siente en la obligación de respaldarlos en los momentos críticos. Y sobre su táctica, dijo que seguía pensando en que había que buscar el juego rápido y ofensivo.

Admitió, sin embargo, que es necesario mejorar en los retornos en las pérdidas de balón y evitar las malas entregas en el centro del campo y recordó que en dos situaciones de esa naturaleza se habían producido anoche los primeros dos goles italianos.

Pese a la debacle de noche, y a que hoy media Alemania ha amanecido lamiéndose las heridas, el puesto de Klinsmann no parece en juego, en buena parte debido a la proximidad del Mundial.

Además, para muchos la esperanza está en que Alemania siempre se crece en un torneo.

Naturalmente podemos ser campeones mundiales, aunque después de lo de anoche decir eso parece un chiste, dijo el director de la revista Kicker, Rainer Holzschu.

Hace cuatro años teníamos un equipo del que muchos dudaban que pudiera jugar al fútbol y al final fue subcampeón del mundo, añadió.