Federación mexicana presionada por FIFA, niega perdón a Carmona y Galindo.
La Federación Mexicana de Fútbol rechazó levantarles el castigo de un año por dopaje a Salvador Carmona y Aarón Galindo, ante la presión de la FIFA en contra de que los jugadores fueran perdonados.
Decio de María Serrano, secretario general de la Federación, aceptó que una notificación de la FIFA en la que se pronuncia oficialmente en contra de poder reducir la sanción, ha sido clave para mantener la sanción.
El factor que al final fue, en términos relativos, más importante para tomar una decisión de este tipo fue una notificación escrita que recibimos el 17 de febrero por parte de la FIFA, que al tomar conocimiento de este tema se pronuncia oficialmente en contra de poder reducir la sanción impuesta por la FMF, dijo el directivo.
Carmona y Galindo, jugadores del Cruz Azul, fueron suspendidos un año, el 4 de julio de 2005, por haber dado positivo en un control antidopaje divulgado durante su participación con México en la Copa Confederaciones de Alemania.
La Federación Mexicana reabrió el caso de Carmona y de Galindo en enero pasado a petición del Cruz Azul, pero antes de considerar el final de su castigo, decidió pedir la opinión de la FIFA en este caso.
Carmona, mundialista en 1998 y 2002, y Galindo, un jugador con posibilidades de la selección, deberán cumplir el año de castigo que comenzó el 4 de julio del 2005, lo que les impedirá ser convocados por la selección mexicana que jugará el Mundial de Alemania 2006.
El presidente del Cruz Azul, Guillermo Álvarez, dijo que su club acepta la decisión y dijo que espera que la Federación y la FIFA mantengan estos criterios de sanción en otros países.
El dopaje de Carmona y Galindo, por norandotosterona, se convirtió en uno de los problemas más graves que ha afrontado el fútbol mexicano en el último año, debido a que sus jugadores y sus directivos pretendieron ocultarle el caso a la FIFA.
Durante la Copa Confederaciones de Alemania, Carmona y Galindo fueron dados de baja tras descubrirse su dopaje, pero mintieron a la FIFA al señalar que fueron retirados del equipo por una acto grave de indisciplina.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, admitió la versión mexicana y ante la prensa mundial, desmintió el dopaje, aunque días después se conoció la verdad y el organismo comenzó una indagatoria oficial.
Los mexicanos castigaron por un año a los jugadores y después comparecieron ante el organismo mundial, que les impuso multas económicas, aunque descartó la posibilidad de una sanción deportiva que pudo haber excluido a México del Mundial.
La FIFA sancionó a la Federación Mexicana con unos 750000 francos suizos, (unos 580000 dólares) y suspendió por dos años al ex-médico de la Federación, Nicolás Zarur.