FA aclara que aún no hay lista de candidatos a seleccionador.
La federación de fútbol inglesa ha negado hoy que tenga ya una lista preparada con posibles candidatos para reemplazar al sueco Sven Goran Eriksson, cuando éste deje su cargo al frente de la selección al término del Mundial de Alemania.
Según algunos medios británicos, Martin O'Neill, ex-técnico del Celtic, podría ser el favorito para asumir las riendas de Inglaterra, posición para la que además se barajan otros aspirantes, como Stuart Pearce, Alan Curbishley o Guus Hiddink.
El director de Comunicaciones de la FA, Adrian Bevington ha negado estas informaciones difundidas por la prensa. No hay ninguna lista todavía. Cualquier especulación que sugiera lo contrario es inexacta, aclaró.
Una comisión formada por tres personas de la FA, el director ejecutivo, Brian Barwich, el presidente del comité internacional, Noel White y el presidente de la Premier League, Dave Richards, serán los encargados de escoger al próximo seleccionador.
Los tres directivos se reunieron esta semana e informarán de sus conclusiones al presidente de la FA, Geoff Thompson, en un próximo encuentro con la junta de la federación el 27 de febrero.
En cuanto a los posibles sucesores de Eriksson, O'Neill dejó el Celtic al final de la pasada temporada para cuidar a su esposa enferma, Geraldine; Hiddink entrena actualmente al club holandés PSV Eindhoven a la vez que es seleccionador de Australia, Pearce está al mano del Manchester City y Curbishley dirige al Charlton Athletic.
También se ha mencionado al técnico brasileño Luis Felipe Scolari.
Sven Goran Eriksson cayó el pasado mes en la trampa de un periodista del tabloide británico News Of The World, que se hizo pasar por un jeque inversor para sonsacarle declaraciones.
Dicho reportero se camufló de jeque árabe, interesado en invertir en la Premier y en la compra del Aston Villa.
Tras mantener una conversación con Eriksson, este redactor escribió un artículo revelando información privada que le contó el sueco acerca, entre otras cosas, de algunos de los miembros de la selección.
Las declaraciones hechas por Eriksson indignaron a algunos sectores del fútbol británico, que consideraron que el seleccionador se había comportado de forma impropia.