El secretario general de la UEFA, Lars-Christer Olsson, pidió hoy en Barcelona que el racismo no entre en el fútbol, algo que ya sucede en la sociedad, y destacó el potencial del deporte rey como elemento clave en la lucha contra las actitudes xenófobas.

Olsson fue uno de los ponentes de la segunda edición de las conferencias Unidos contra el racismo que hoy se ha celebrado en las instalaciones del Camp Nou organizada por la UEFA y la Asociación de Fútbol contra el Racismo (FARE) con el apoyo de la Real Federación Española de Fútbol y el club azulgrana.

Tenemos que tener mentes en las que el racismo no tenga cabida. Contar con personas inteligentes que sirvan para educar y cambiar la actitudes de la gente, dijo Olsson, quien aseveró que el deporte puede ayudar a que se produzca un cambio. No podemos permitir que el racismo se introduzca en el fútbol, hecho que ya sucede en la sociedad.

El objetivo de estas conferencias -cuya primera edición se realizó en el 2003 en Stamford Bridge- es sensibilizar a la sociedad sobre los problemas del racismo y la discriminación en el mundo del fútbol y, sobre todo, dar un paso adelante en la lucha contra las actitudes xenófobas.

Las conferencias se iniciaron a las nueve de la mañana con la presencia del secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, el director de comunicación de la UEFA, William Gaillard y el portavoz de FARE, Piara Powar, entre otros.

Jaime Lissavetzky aseguró que: España es en la actualidad una nación con muchas culturas, y se mostró convencido de que el deporte tiene un papel esencia para ayudar a crear una sociedad multicultural.

El secretario de estado para el deporte recordó que la población española ha sido emigrante en alguna ocasión, pero ahora es un país que recibe a un número considerable de inmigrantes.

Por su parte, Laporta describió al racismo como un problema grave al que el fútbol debe hacer frente hoy en día, y felicitó a la UEFA y a sus socios por sus esfuerzos a la hora de concienciar a todos de la importancia de esta lacra.

El fútbol es sólo un deporte, pero tiene unos poderosos medios para integrar a personas, señaló.

El ex-jugador del Chelsea y del Celtic Paul Elliot, quien trabaja ahora en la Comisión para la Igualdad Racial en el Reino Unido, afirmó que ha visto cómo la gente lanzaba plátanos a los jugadores y ha oído muchas veces el sonido del mono.

Elliot reconoció que se han realizado importantes avances en la lucha contra el racismo, aunque todavía hay mucho trabajo por delante. Tenemos que aplicar la política de la tolerancia cero contra el racismo e inculcar a todos una responsabilidad colectiva para evitar nuevos incidentes, aseveró.

William Gaillard, director de comunicación y asuntos públicos de la UEFA, indicó: El racismo es un problema fundamental en nuestra sociedad. El fútbol puede dar un ejemplo positivo a los jóvenes. Como aficionado al fútbol, me da mucha pena ver actos racistas durante los encuentros.

Por su parte, Piara Powar pidió ayuda a las federaciones nacionales para difundir un mensaje anti-racista, porque el racismo causa víctimas -aficionados, jugadores profesionales, comunidades étnicas- y por esta razón tiene que ser combatido. Espero que la gente salga de esta conferencia con nuevas ideas y contribuya a promover un cambio de mentalidades.