El Palermo gana a un pésimo Milán (3-0) y pasa a las semifinales.

Enviado por roberto el Mar, 31/01/2006 - 19:45

El Palermo, al derrotar en casa a un pésimo Milán (3-0), remontando el adverso 0-1 de la ida, ha protagonizado la primera gran sorpresa de la Copa de Italia, al ser quien pasa a las semifinales y dejar KO a un equipo que evidenció estar en una notable crisis de identidad.

Los goles del triunfo palermitano, en partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa de Italia, fueron anotados por el argentino Mariano González (m.10 y 50) y Andrea Caracciolo (m.18).

El partido no pudo ser más favorable para el Palermo, que estrenaba entrenador en la figura del veterano Papadopoulo, ni menos dramático para el Milán de un Carlo Ancelotti cada vez más en el fiel de la balanza.

Y es que en tan sólo dieciocho minutos, el Palermo ya había dado la vuelta la eliminatoria en su favor, con tantos de González, el mejor del partido, y de Caracciolo, tras cesión del argentino.

Dos goles que vinieron, sobre todo el segundo, propiciados por netos despistes defensivos milanistas.

Un Milán que, pese a conceder descanso a titulares, puso inicialmente en juego a varios de los habituales: Cafú, Nesta, Kaladze, Stam, Seedorf, Kaká y Gilardino. Luego salieron Serginho, Filippo Inzaghi y Pirlo.

Pero el Milan esta noche, además de encontrarse con un notable Palermo, fue un equipo sin alma, deambulante y que no dio sensación de poder ni creer en remontar su desastre.

Incluso a la media hora, pudo llegar la puntilla del Palermo con un tercer gol; pero David Di Michele falló solo ante el meta Zeljko Kalac (m.29), en otro gran despiste defensivo visitante.

El 3-0 se veía venir y apareció en el minuto 50, con un nuevo tanto de Mariano González. De poco había servido la bajada precipitada al vestuario, en el descanso, de un enojado Adriano Galliani, administrador delegado y vicepresidente vicario del Milán.

Con el 3-0 ya acabó todo, pues el Palermo controló y dominó y el Milán siguió tan impotente como antes. El Palermo accede a las semifinales coperas (la tercera ocasión en su historia), palía su mal campeonato liguero, y deja en crisis a un Milán ya muy lejos en liga del líder Juventus Turín (a 12 puntos) y eliminado de la Copa de Italia.