El Abierto Toray Pan Pacific de Tokio arrancó hoy con la exhibición del buen momento de la eslovaca Daniela Hantuchova, a la espera del ansiado reencuentro mañana de Martina Hingis con un torneo que ha ganado ya cuatro veces.

Hantuchova debutó en la moqueta tokiota con una trabajada victoria ante la jugadora serbomontenegrina Jelena Jankovic, en el partido que encabezó el cartel de la primera jornada de la competición dotada con 1,34 millones de dólares en premios.

La bella tenista eslovaca se impuso por 2-6, 6-4 y 6-4, tras una hora y 55 minutos de juego.

Jankovic comenzó controlando el partido, al romper el servicio de su rival en el tercer juego, entre las protestas de Hantuchova, quien en varias ocasiones cuestionó varios puntos acercándose a la jueza de silla.

La primera manga finalizó con aspavientos malhumorados de la eslovaca de 22 años, que parecía no poder controlar su concentración.

Sin embargo, en el segundo set se calmó, su juego se volvió más consistente y, tras un igualado mano a mano en los cuatro primeros juegos, se hizo con el control del partido y ya no lo perdió hasta el final.

Hantuchova reconoció tras el partido que la clave estuvo en el punto de agresividad que tomó su juego.

En el primer set no presioné los suficiente a mi rival, pero después luché más por cada punto y esperé a que llegara mi oportunidad, señaló la tenista.

Asimismo, consideró que se halla en un momento dulce tras alcanzar los octavos de final en el Abierto de Australia, donde cayó ante Maria Sharapova, tenista con la que se podría medir en Tokio.

No puedo pedir un comienzo mejor para mi año, afirmó y se mostró muy optimista sobre sus posibilidades en la capital japonesa, porque la moqueta del Tokyo Metropolitan Gymnasium le recuerda mucho a la hierba, su superficie preferida.

Del resto de los partidos destaca la victoria de la japonesa Saori Obata ante la checa Kveta Peschke por un contundente 6-2 y 6-1.

Obata salvó al final del día el honor de las representantes locales después de que cayeran Ai Sugiyama ante la serbomontenegrina Ana Ivanovic (6-3 y 6-0) y Rika Fujiwara frente a la checa Nicole Vaidisova (6-3 y 6-1).

El público nipón espera ahora con ansiedad a que mañana pise la pista Martina Hingis, la única tenista junto a Lindsay Davenport en adjudicarse el Abierto Toray Pan Pacific (1997, 1999, 2000, 2002).

Además, la suiza regresa esta temporada, después de que hace tres años colgara la raqueta, cuando los problemas en sus pies parecían insalvables.

Una de sus rivales, a la rusa Anastasia Myskina se deshizo hoy en elogios por el regreso casi triunfal de Hingis, dado que en el abierto de Australia alcanzó los cuartos de final.

Es impresionante. Yo no creo que hubiera podido hacer lo mismo. El tenis evoluciona con mucha velocidad y ahora se juega más rápido que hace cuatro años, afirmó Myskina.

Estoy segura que recuperará su mejor nivel. No sé si volverá a ser la número uno, pero seguro que se meterá entre las diez primeras del mundo, agregó la tenista rusa, que únicamente se podría encontrar con la helvética en la final.

La defensora del título, Maria Sharapova, también podría cruzarse en el camino de Hingis, en semifinales.

La sensación rusa, que entrará en el torneo el jueves, señaló hoy que no se siente presionada por el hecho de que desde que ganó en Wimbledon en el 2004 no ha vuelto a aparecer en ninguna final de uno de los cuatro grandes.

En el Abierto de Australia cayó ante Justine Henin-Hardenne en la antesala de la final.

En este momento de mi carrera estoy más que contenta de poder llegar a una semifinal de un torneo del Gran Slam, afirmó la cabeza número uno en Tokio y número cuatro del mundo.