La conexión brasileña del Madrid fundió los plomos del Celta.
El Real Madrid, gracias a los goles de los brasileños Robinho y Cicinho (1-2) se hizo con los tres puntos en un encuentro en el que Iker Casillas amargó la noche de los vigueses, que perdonaron contra un rival que machacó con su pegada y efectividad.
Pese a la presión a la que le somete en cada jornada el Barcelona (al comenzar el encuentro estaban a dieciséis puntos del líder), el conjunto madridista empezó dormido. De hecho, fue el Celta el que salió enchufado al partido y tuvo las primeras oportunidades de la noche.
A los cinco minutos, los vigueses ya podían haberse adelantado hasta en dos oportunidades en el marcador; primero en una ocasión en la que Núñez, con todo a favor, se entretuvo lo suficiente para que Roberto Carlos le quitase la pelota y, dos minutos después, el uruguayo Fabián Canobbio no logró acertar en el mano a mano contra Casillas.
Los locales aturullaron a los de Juan Ramón López Caro en los primeros quince minutos. Con toques rápidos en el centro del campo, los visitantes anduvieron medio KO por el campo, pero con la certeza de que antes o después el Celta debería bajar el ritmo.
Y así sucedió. Fue parar un poco y el Real Madrid impuso su pegada. Cómo no, fue Robinho, el futbolista más en forma del equipo junto a Guti desde que llegó López Caro al equipo, desequilibró el partido con un gol de delantero pillo y listo dentro del área. Era la primera clara oportunidad y sacó oro de la jugada.
El gol le hizo daño al Celta, que se había visto superior durante los primeros instantes del partido. Núñez, Jorge y Silva empezaron a tener más que problemas ante la tela de araña rival personalizada en el danés Thomas Gravesen, que volvió a barrer en el medio centro.
Sin embargo no se vinieron abajo y a pocos minutos de concluir la primera mitad tuvieron su premio. Fue el argentino Matías Lequi, quien llegando desde atrás remató a placer un buen servicio de Ángel.
Con el partido igualado, tras la reanudación el partido se aletargó, con los dos equipos con las revoluciones más bajas que en la primera mitad.
El 1-2, minuto 57, llegó en un rápido contra golpe que nació en un fallo de los célticos en ataque. El brasileño Julio Baptista lo inició y Robinho hizo el resto. Se recorrió medio campo con toda la defensa corriendo detrás de él y su remate, rechazado por Pinto, lo remachó Cicinho, un lateral derecho que más bien parece un extremo, en la misma boca de gol.
No tardaron en reaccionar los vigueses, quienes tuvieron una clarísima oportunidad diez minutos después con un tremendo disparo de Silva que pegó en el poste, dio posteriormente en Casillas y después quedó la duda de si el balón había rebasado la línea de gol. Gol fantasma, como en el partido del Bernabéu de la primera vuelta, pero en la otra portería.
De ahí al final del partido, en un continuo ir y venir de portería a portería, ambos equipos tuvieron claras oportunidades, los locales de empatar en las botas de Gustavo López y Canobbio, y los madridistas de sentenciar, sobre todo con un jugada clarísima de Cassano, quien solo ante Pinto no logró anotar el definitivo 1-3. Así, los madridistas salvaron el resultado, se llevaron los tres puntos y siguen a trece puntos del Barcelona.
SÍNTESIS DEL PARTIDO:
Celta (1): Pinto; Ángel López, Sergio, Lequi (Juan Sánchez, min 85), José Enrique; Oubiña, Núñez (Gustavo López, min 72), Silva, Jorge (Perera, min 62), Canobbio; Javi Guerrero.
Real Madrid (2): Casillas; Cicinho (Diogo, min 80), Helguera, Sergio Ramos, Roberto Carlos; Gravesen (Woodgate, min 46), Guti; Beckham, Zidane, Robinho; Baptista (Cassano, min 70).
GOLES: 0-1: Robinho (min 17); 1-1: Lequi (min 39); 1-2: Cicinho (min 57).
ÁRBITRO: Teixeira Vitenes (C. Cántabro). Amonestó a los locales Lequi, Ángel López y Sergio y a Robinho, Zidane y Roberto Carlos por parte del conjunto visitante.
ESTADIO: Disputado en el estadio Balaidos ante unos 30000 espectadores. Partido correspondiente a la vigésima primera jornada de Liga de Primera División.