El seleccionador de Inglaterra, Sven Goran Eriksson, quiere ganar el Mundial de Alemania antes de abandonar el equipo inglés y ha asegurado que su compromiso con esta causa es total.

Me alegro de haber llegado a este acuerdo y poder continuar así con los preparativos para el Mundial. Es importante subrayar lo comprometido que me siento para llevar al equipo a que triunfe este verano. Vamos a ir a ganar la Copa del Mundo, afirmó Eriksson, después de acordar con los directivos de la federación inglesa la rescisión de su contrato después de la cita germana.

El técnico se reunió el lunes en Londres durante seis horas con un comité de la federación de fútbol, después de la polémica suscitada por los comentarios de Eriksson a un reportero de News Of The World, que se hizo pasar por un jeque árabe.

En la conversación mantenida con ese periodista, el sueco afirmó, entre otras cosas, que ciertos entrenadores y clubes de la Premier estaban involucrados en casos de corrupción.

Tras seis años al frente del combinado inglés, el seleccionador, de 57 años, dejará su puesto con el equipo nacional dos años antes de que concluya su contrato.

Al dejar la selección antes de lo acordado, Eriksson recibirá una cantidad compensatoria, que la federación no ha revelado, aunque podría rondar los 4,44 millones de euros.

En las controvertidas declaraciones de Eriksson, éste reveló, supuestamente, que al menos un entrenador de la Liga inglesa de la división de honor, la máxima categoría del fútbol británico, había recibido pagos ilegales.

Además, el nórdico admitió, según dicho diario, que en el fútbol inglés había técnicos que se embolsaban dinero de forma ilegal y que existían clubes que gestionaban traspasos irregulares al tramitar los fichajes de los jugadores.

El seleccionador filtró también información privada sobre algunos jugadores del equipo nacional inglés.

La entrevista se publicó el pasado 15 de enero por News of the World, que se sirvió para obtener las declaraciones de un reportero que fingió que estaba interesado en invertir en la Premier y en la compra del Aston Villa.

Según el diario, Eriksson había reconocido que le podría interesar el puesto de entrenador de este club, que actualmente dirige el irlandés David O'Leary.

También vieron la luz las observaciones privadas hechas por el seleccionador opinando sobre algunos internacionales ingleses.

Los jugadores sobre los que habló el escandinavo fueron el madridista David Beckham, Wayne Rooney y Rio Ferdinand del Manchester United, Michael Owen del Newcastle United y Shaun Wright-Phillips del Chelsea.

El incidente enojó a técnicos y directivos de clubes de la Liga inglesa, que lo consideraron una falta grave por parte del seleccionador.