El argentino David Nalbandián completó otro partido de gran poder físico y acabó con el hasta ahora irreductible francés Fabrice Santoro por 7-5, 6-0 y 6-0 para lograr por primera vez en su carrera las semifinales del Abierto de Australia.

Nadie hasta hoy había logrado doblegar al francés, el jugador más veterano de los que quedaban en el cuadro, de 33 años, dos veces campeón de dobles en Melburne, y que había necesitado 54 torneos del Grand Slam para lograr por primera vez los cuartos individuales en un grande. Pero el Maestro David, lo consiguió en una hora y 41 minutos.

Además, la victoria del jugador cordobés le sirve para cerrar su marca en el Grand Slam. Fue finalista en Wimbledon en el 2002, semifinalista en el US Open en el 2003 y también ocupó esa ronda en Roland Garros en 2004. David ha probado su calidad en los grandes, donde parece que se transforma.

Pero no todo fue tan fácil para el cordobés al principio. El suave toque del francés, desconcertante y habilidoso, prevaleció en el primer parcial donde Santoro intentó jugar con Nalbandián y destrozarle los nervios con voleas y globos consecutivos. Fabrice lo consiguió a medias pues se colocó con ventaja de 4-3 y servicio, y 40-15, pero David no se descompuso, anuló esta situación y ganó la manga.

Después, todo fue un festival de la raqueta argentina. Tras el 5-5 el gran tenis de Nalbandián emergió y eclipsó a Santoro, hasta tal punto que el francés fue anulado en todos los aspectos, y su resistencia física se quebró a lo largo del encuentro.

Nalbandián ganó 14 juegos consecutivos, endosó una bicicleta a la raqueta de Tahitií, y cerró el partido con un formidable resto de revés a la línea. Un triunfo que le coloca en la penúltima ronda, demostrando su gran forma física y donde tendrá como rival al ganador del encuentro entre el croata Ivan Ljubicic (7) y el chipriota Marcos Baghdatis.