Jóvenes latinos pobres reciben oportunidad para jugar fútbol profesional
Sus promotores lo llaman "El milagro de la calle Blythe" y el ejemplo son varios jóvenes latinos que crecieron en las calles pobres de Panorama City y que hoy son exitosos jugadores profesionales de fútbol.
Hace pocos años, la calle era una de las más peligrosas de esta localidad al norte de Los Ángeles, pero una cancha de fútbol en mal estado se convirtió en el refugio de los jóvenes que querían escapar de las pandillas y hacer de su vida algo más útil.
"Aquí venimos los que queremos escapar de los peligros de la calle", afirmó a Efe Horacio "Tato" Domínguez, un angelino de 18 años, hijo de mexicanos, que lleva más de seis viviendo en el sector.
"Esta sido nuestro refugio. En verano venimos aquí y podemos estar desde las 8 de la mañana hasta casi las 10 de la noche, jugando fútbol", agregó.
Aunque la cancha es de tierra, no tiene grama "y las luces no sirven", reúne a muchos jóvenes que practican deporte y se protegen de la delincuencia, las pandillas y la violencia del área.
"Hace siete meses vino un entrenador de Bélgica que nos invitó a participar en un programa especial de entrenamiento", contó Tato al explicar cómo comenzó su preparación futbolística más seria.
Hugo César Huerta, quien lleva más de 15 años viviendo en el barrio, aunque le faltó un año para terminar secundaria, "porque se salió para trabajar", ahora vislumbra un futuro más prometedor.
Gracias al plan de entrenamiento, estos dos jóvenes que han pasado muchas horas de su tiempo libre jugando en esta cancha de tierra, viajarán a Alemania en busca de una oportunidad de vincularse al fútbol profesional.
"Dejé de trabajar para participar en el programa de entrenamiento y tengo mucha esperanza de jugar profesionalmente en Alemania", aseguró este mediocampista nacido en Guadalajara, México, que llegó al país "muy pequeño, creo que los tres años" y que la próxima semana viajará a Europa.
Para Gloria Saucedo, directora de Hermandad Mexicana del Valle de San Fernando, una de las organizaciones que patrocina el programa, "el milagro de la calle Blythe", muestra que donde hay deseos de cambio y superación siempre se pueden lograr buenos resultados.
Para los jóvenes que viajan a Europa, las posibilidades de obtener una vinculación permanente son muy altas.
"Vamos a estar tres meses en una ciudad de Alemania -con nombre raro- y tenemos la posibilidad de que nos contrate alguno de los clubes para jugar profesionalmente", anotó Huerta.
"Es una gran oportunidad y lo veo muy posible", agregó el joven refiriéndose a su posible contratación por un club de fútbol profesional en Alemania. "Yo le estoy 'echando ganas' y creo que lo puedo lograr".
Para el entrenador Luis Millanao, el "milagro" es el resultado de la mezcla de un buen programa de preparación, el talento y las capacidades de los jóvenes y un trabajo duro bien realizado.
Además de las "exportaciones a Europa", que se anunciaron hoy desde la "canchita de la calle Blythe", también se destacó la vinculación de Eduardo Bohórquez, de 16 años, al club de fútbol profesional Los Ángeles Galaxy.
Con el ingreso de Bohórquez al Galaxy y el viaje y estadía durante tres meses en Alemania -con todos los gastos pagados- de Huerta y Domínguez, muchos otros están motivados para alejarse del "peligro de las calles" y refugiarse en la cancha.
Así, jóvenes como Héctor Bohórquez y Ángel Quintanilla, ambos de 13 años, encuentran ahora un motivo más fuerte para seguir participando en los programas de entrenamiento y en los campeonatos, que los mantienen alejados de las drogas y las pandillas que rodean la "canchita de la calle Blythe".
EFE.
Hace pocos años, la calle era una de las más peligrosas de esta localidad al norte de Los Ángeles, pero una cancha de fútbol en mal estado se convirtió en el refugio de los jóvenes que querían escapar de las pandillas y hacer de su vida algo más útil.
"Aquí venimos los que queremos escapar de los peligros de la calle", afirmó a Efe Horacio "Tato" Domínguez, un angelino de 18 años, hijo de mexicanos, que lleva más de seis viviendo en el sector.
"Esta sido nuestro refugio. En verano venimos aquí y podemos estar desde las 8 de la mañana hasta casi las 10 de la noche, jugando fútbol", agregó.
Aunque la cancha es de tierra, no tiene grama "y las luces no sirven", reúne a muchos jóvenes que practican deporte y se protegen de la delincuencia, las pandillas y la violencia del área.
"Hace siete meses vino un entrenador de Bélgica que nos invitó a participar en un programa especial de entrenamiento", contó Tato al explicar cómo comenzó su preparación futbolística más seria.
Hugo César Huerta, quien lleva más de 15 años viviendo en el barrio, aunque le faltó un año para terminar secundaria, "porque se salió para trabajar", ahora vislumbra un futuro más prometedor.
Gracias al plan de entrenamiento, estos dos jóvenes que han pasado muchas horas de su tiempo libre jugando en esta cancha de tierra, viajarán a Alemania en busca de una oportunidad de vincularse al fútbol profesional.
"Dejé de trabajar para participar en el programa de entrenamiento y tengo mucha esperanza de jugar profesionalmente en Alemania", aseguró este mediocampista nacido en Guadalajara, México, que llegó al país "muy pequeño, creo que los tres años" y que la próxima semana viajará a Europa.
Para Gloria Saucedo, directora de Hermandad Mexicana del Valle de San Fernando, una de las organizaciones que patrocina el programa, "el milagro de la calle Blythe", muestra que donde hay deseos de cambio y superación siempre se pueden lograr buenos resultados.
Para los jóvenes que viajan a Europa, las posibilidades de obtener una vinculación permanente son muy altas.
"Vamos a estar tres meses en una ciudad de Alemania -con nombre raro- y tenemos la posibilidad de que nos contrate alguno de los clubes para jugar profesionalmente", anotó Huerta.
"Es una gran oportunidad y lo veo muy posible", agregó el joven refiriéndose a su posible contratación por un club de fútbol profesional en Alemania. "Yo le estoy 'echando ganas' y creo que lo puedo lograr".
Para el entrenador Luis Millanao, el "milagro" es el resultado de la mezcla de un buen programa de preparación, el talento y las capacidades de los jóvenes y un trabajo duro bien realizado.
Además de las "exportaciones a Europa", que se anunciaron hoy desde la "canchita de la calle Blythe", también se destacó la vinculación de Eduardo Bohórquez, de 16 años, al club de fútbol profesional Los Ángeles Galaxy.
Con el ingreso de Bohórquez al Galaxy y el viaje y estadía durante tres meses en Alemania -con todos los gastos pagados- de Huerta y Domínguez, muchos otros están motivados para alejarse del "peligro de las calles" y refugiarse en la cancha.
Así, jóvenes como Héctor Bohórquez y Ángel Quintanilla, ambos de 13 años, encuentran ahora un motivo más fuerte para seguir participando en los programas de entrenamiento y en los campeonatos, que los mantienen alejados de las drogas y las pandillas que rodean la "canchita de la calle Blythe".
EFE.