El seleccionador de Inglaterra, Sven Goran Eriksson, se reúne hoy en Londres con un comité de la federación de fútbol, a raíz de unas supuestas declaraciones del técnico a un reportero, en las que afirmaba que ciertos entrenadores y clubes de la Premier están involucrados en casos de corrupción.

En dicha reunión, en la que estarán presentes, entre otros, el director ejecutivo de la FA, Brian Barwick, junto al técnico sueco, acompañado de su agente, Athol Still, se analizarán las presuntas declaraciones del seleccionador a un periodista camuflado de jeque árabe inversor, del tabloide británico News Of The World.

En ellas, Eriksson reveló, supuestamente, que al menos un entrenador de la Liga inglesa de la división de honor, la máxima categoría del fútbol británico, ha recibido pagos ilegales.

Además, el nórdico admitió, según dicho diario, que en el fútbol inglés hay técnicos que se embolsaban dinero de forma ilegal y que existen clubes que gestionan traspasos irregulares al tramitar los fichajes de los jugadores.

Al encuentro con la FA también acudirán técnicos de otras divisiones, como Mike Newell, del Luton e Ian Holloway, ambos de la categoría de Championship, equivalente a la segunda división española.

Según parece, las declaraciones de Eriksson se produjeron al mismo tiempo en que el seleccionador filtraba información privada sobre algunos jugadores del equipo nacional inglés.

El pasado quince de enero, News of the World publicó la controvertida entrevista, en la que reproducía la conversación mantenida con Eriksson.

Para obtener las declaraciones, este reportero fingió que estaba interesado en invertir en la Premier y en la compra del Aston Villa.

Posteriormente, el redactor escribió un artículo revelando las observaciones privadas hechas por el seleccionador, en las que opinaba sobre algunos jugadores internacionales.

Según el diario, Eriksson había reconocido que le podría interesar el puesto de entrenador del Aston Villa.

Los jugadores sobre los que habló el escandinavo fueron el madridista David Beckham, Wayne Rooney y Rio Ferdinand, del Manchester United, Michael Owen, del Newcastle United, y Shaun Wright-Phillips, del Chelsea.

El incidente enojó a técnicos y directivos de clubes de la Liga inglesa, que los consideraron una falta grave por parte del seleccionador.