El calor encuentra su primera víctima en Michaella Krajicek.

Enviado por roberto el Sáb, 21/01/2006 - 09:15

Las altas temperaturas que abrasan hoy las pistas de Melbourne Park en el Abierto de Australia se cobraron su primera víctima en la holandesa Michaella Krajicek, que tuvo que abandonar su encuentro de la tercera ronda contra la francesa Amelie Mauresmo, debido a un golpe de calor.

Mauresmo dominaba el partido por 6-2 cuando Krajicek, notablemente fatigada, optó por retirarse, cuando se llevaban disputados 31 minutos únicamente.

Pensé que iba a devolver... no podía siquiera ver la bola porque mis ojos estaban ardiendo, dijo luego la holandesa.

El fuerte calor de hoy ha obligado a la organización a poner en práctica, al igual que ayer viernes, las medidas previstas para cuando la temperatura excede los 35 grados y el índice de humedad es lo suficientemente alto para suspender el juego en las pistas exteriores.

Pero esta medida llegó tarde para Krajicek, que el pasado día nueve de enero cumplió 17 años, y que viene de ganar el segundo título de su carrera en Hobart, al vencer a la checa Iveta Benesova en la final.

La pista está como para hacer huevos fritos en ella, bromeó la española Arantxa Sánchez Vicario, ahora comentarista de TVE, a Paul McNamee, director del torneo.

Mauresmo dijo que algunos cambios en la regla sobre el calor podrían molestar a algunos jugadores. A algunos les gustan estas condiciones y quieren jugar así porque dicen, soy más fuerte físicamente, así que es debe ser para mí una ventaja jugar en estas condiciones.

La checa Iveta Benesova también advirtió que se había sentido mareada durante su partido contra la suiza Martina Hingis. Fue demasiado para mí hoy, comentó.

El argentino Juan Ignacio Chela, que derrotó al belga Kristof Vliegen, también apuntó que las reglas debían ser revisadas si el calor se convertía en algo peligroso para la salud de los jugadores.

Es inhumano jugar así, pero qué se le va a hacer, si protestas nadie te hará caso, comentó a su vez el también argentino Guillermo Coria.