El padre de la tenista Jelena Dokic ha perdido definitivamente los papeles y ha amenazado con secuestrar a su hija, matar a un australiano o dejar caer una bomba nuclear sobre Sydney por el regreso de la jugadora a Australia.

Damir Dokic, protagonista de diversos escándalos en los últimos años, afirmó, según recoge el diario serbio Kurir que había pensado dejar caer una bomba nuclear sobre Sydney.

También afirmó el padre de la jugadora que había buscado el apoyo de los políticos serbios en el secuestro de su hija Jelena. He pensado en matar a un australiano para vengarme, pero no ganaría nada con ello, dijo Damir Dokic.

Jelena se tomó con resignación este nuevo desatino de su progenitor. Esta reacción es otra desafortunada distracción en mi regreso a Australia y al tenis de alta competición. He pasado gran parte de mi vida intentando superar hechos como éste, dijo la jugadora.

Mi intención es trabajar con ahínco para intentar volver a ser competitiva entre las mejores jugadoras del mundo e intentar tener una vida un poco más tranquila, añadió Jelena Dokic.

La Asociación de Tenistas Femeninas (WTA) mostró su preocupación por estas declaraciones del padre de la jugadora y mostró su decisión de apoyar a Jelena en todo cuanto fuera necesario para favorecer su vuelta al tenis de alta competición.

En la asociación estamos preocupados por el bienestar de Jelena y queremos ayudar a volver a jugar al tenis, dijo un portavoz.

Jelena comenzó su carrera jugando como australiana en 1998, antes de que su padre mediara para que lo hiciera por Serbia y Montenegro en 2001. En los últimos meses la jugadora se ha alejado de la influencia de su padre y volvió a Australia.

La jugadora perdió en primera ronda del Abierto de Australia ante la francesa Virginie Razzano.

Damir Dokic, que no ha hablado con su hija en los últimos dos años, ya tuvo problemas en pasadas ediciones del Abierto de Australia y fue expulsado del Abierto de Estados Unidos en el año 2000 por abusar de los camareros al reclamar sobre el precio de un menú, además de romper un teléfono a un periodista en Wimbledon.

Australia, con la ayuda de Croacia y El Vaticano, ha lavado el cerebro a mi hija, añadió Damir al diario Kuric. Australia es una nación corrupta y me vengaré, concluyó Damir Dokic.