David Nalbandián se coronó campeón de la tercera edición de la Copa Argentina.

Enviado por roberto el Lun, 19/12/2005 - 12:17

En una final sin brillo debido al intenso viento que atravesó Buenos Aires, David Nalbandián conquistó el título de la Copa Argentina luego de vencer en la final a Agustín Calleri por 3-6, 6-2 y 6-3.

Una noche templada pero ventosa hizo de marco para las 6 mil personas que colmaron el Buenos Aires Lan Tenis en la gran final entre cordobeses.

El partido fue entre tres: Calleri, Nalbandián y el viento, protagonista inesperado y poco deseado. Condicionó el juego de ambos jugadores durante casi todo el partido y ganó, en definitiva, quien supo volcarlo a su favor.

CON MENOS ERRORES

El transcurso del primer parcial sembró dudas sobre si el campeón de Shangai podría cerrar su año con festejo en Buenos Aires.

Si bien los primeros games fueron equilibrados, pronto el trámite del set se tornó un concierto de errores no forzados de ambos lados.

El viento no ayudaba para que los jugadores desplegaran su mejor tenis y así, en el sexto game, Calleri quebró y, confirmando su saque, tomó una ventaja de 5-2.

Así y pese a darle una oportunidad de recuperar el servicio, Calleri cerró con solidez el primer parcial por 6-3 para sorpresa de muchos, que esperaban una mejor actuación de Nalbandián.

GANÓ EL VIENTO

En el segundo parcial, el rey David quebró en el cuarto game, ayudado por el viento 3-1. Inmediatamente recuperó el quiebre Calleri pero Nalbandián jugaba mejor con el viento y volvió a quebrar para ponerse 4-2.

El séptimo game fue muy disputado, con peligro para David de perder el saque. Sin embargo, lo sostuvo y estiró la ventaja a 5-2. Inmediatamente, con Calleri frustrado, el seis del mundo pareció dominar al viento y jugar con él: drops, globos, pelotas precisamente calculadas para descolocar a su rival. Así, Nalbandián cerró el set por 6-2 y emparejó la final en set iguales.

El viento les tendía a los dos una doble trampa: cuando alguno le encontraba la vuelta, con golpes bajos, cerrados, sin arriesgar demasiado, el efecto confianza se les volvía en contra y otra vez volvían a confiarse más de la cuenta.

LA EXPERIENCIA SOPLÓ A SU FAVOR

En el tercer game del último parcial, el 53° del mundo acertó mejor con los tiros, sin arriesgar más de la cuenta y quebró. Pero David no aflojó y recuperó el servicio.

Nuevamente en el sexto game y pese a las buenas pelotas profundas de Calleri, el seis del mundo ajustó sus tiros y sacó una importante y decisiva ventaja de 5-2.

El súper campeón de Shangai cerró el set por 6-3 y se quedó con la tercera edición de la Copa Argentina, como todos querían. El jugador de Unquillo sigue levantando copas después de aquella fantástica victoria ante Roger Federer y ahora, su confianza lo proyecta hacia un 2006 arrollador.