Fue el día perfecto para el Boca Juniors
Boca Juniors marcó diferencias claras en el juego y las trasladó al marcador para vencer por 2-0 a Independiente, dejando en claro que el tramo final del año lo encuentra muy seguro de sí y con grandes chances de conquistar el torneo local Apertura y también la Copa Sudamericana que definirá el próximo domingo.
La superioridad de Boca comenzó a afirmarse en el tramo final del primer tiempo y se hizo amplia, abrumadora, en la segunda etapa en la cual Martín Palermo y Federico Insúa firmaron el resultado.
Rodrigo Palacio fue incontrolable y la mejor expresión individual del juego, pero lo siguieron con crecidos méritos Hugo Ibarra, Federico Insúa y Fernando Gago, éstos dos últimos de excelente rendimiento en el complemento.
En cambio, la casi excluyente esperanza Roja centrada en su juvenil delantero Sergio Aguero, dura pero eficientemente marcado, nunca pudo desequilibrar y se pareció a un jugador del montón.
Independiente se diluyó muy pronto tras un comienzo promisorio y sólo la solvencia de su joven arquero Oscar Ustari le permitió mantener expectativas hasta cerca del final. El primer tiempo se jugó con mucho ardor, pero costó encontrar precisión, en parte porque el viento jugó un papel importante.
En los primeros minutos Independiente tuvo mayor movilidad, sus volantes llegaban primero a los rebotes y controlaban la pelota.
Sin embargo, no había sobresaltos para Abbondanzieri, aunque el juego se desarrollaba cerca de su área. Cuando tomaba contacto con la pelota Agüero, quien se volcó preferentemente del centro hacia la izquierda, flotaba la sensación que podían pasar cosas trascendentes, pero eso ocurrió muy pocas veces.
Hacia el cuarto de hora comenzó a afirmarse Boca. Insúa participó más del juego, pero casi siempre falló en la última descarga. Ibarra, por derecha, fue tomando importancia y Palacio, con sus piques, era difícil de controlar.
De todos modos, a Boca también le faltaba claridad en los últimos metros del terreno y, cuando buscaba por arriba, la seguridad de Ustari era absoluta. Abbondanzieri sólo tuvo trabajo a los 17 minutos, cuando Pusineri cabeceó un tiro libre de Armenteros, pero recto a la posición del arquero. Boca, por su parte, tuvo tres buenas ocasiones entre los 24 y los 30.
Primero insúa jugó corto un tiro de esquina, Krupoviesa lanzó el centro y Daniel Díaz cabeceó por arriba. A los 27 Palacio llegó al fondo por la derecha, tocó hacia atrás y Palermo remató a la carrera trabado por Alvarez, y Ustari, en notable esfuerzo, desvió al corner.
Sobre la media hora apareció Palacio por izquierda, ganó terreno hacia adentro y sacó un remate de derecha por encima del travesaño. En la segunda mitad, Boca arrasó. Independiente nunca hizo pie en le mediocampo, mientras crecía la figura de Gago como eje de distribución e Insúa encontraba la claridad necesaria.
A Independiente lo mantenía en pie Ustari, que salvó tres veces seguidas ante Insúa, Palacio y Palermo. Hasta que a los 14 cayó como una pera madura el gol: Palacio corrió una pelota por derecha, la metió en el corazón del área chica, Bilos la tocó, Battaglia remató a la carrera y Palermo la desvío al gol.
Y si Independiente no podía con once, mucho menos lo hizo con diez, tras la irresponsable expulsión de Fernando Cáceres. Ustari volvió a lucirse ante Palermo y Palacio, pero a los 43 no pudo con Insúa que empujó un centro de Palacio desde la izquierda y le bajó la cortina al partido.