Un Bayern de Múnich, jugando a media máquina, castigó con una goleada por 4-0 a un Rapid de Viena inofensivo que en ningún momento logró estar a la altura del compromiso, y se clasificó para los octavos de final de la competición, aunque la primera plaza del grupo está por decidir entre los alemanes y el Juventus de Turín.

El Bayern controló desde el comienzo las acciones y la primera ocasión clara la tuvo en el minuto 9 mediante un cabezazo del defensa francés Valerian Ismael.

El Rapid, en cambio, para llegar con cierto peligro, necesitó esperar hasta el minuto 34 para disparar a la portería de Oliver Kahn, con un cabezazo de Valacovich tras un lanzamiento de falta.

En ese momento, el Bayern ya se había ido en ventaja, cuatro minutos antes con un remate desde fuera del área de Sebastian Deisler y después seguiría produciendo ocasiones cada vez que aceleraba un poco las acciones.

En el 33, Ze Roberto había debido marcar el segundo, al cabecear desviado estando prácticamente sólo frente a la portería de Payer y el 39 el peruano Claudio Pizarro tuvo otra gran ocasión.

A ese paso, el segundo gol del Bayern tenía que llegar y llegó, con un remate de zurda del iraní Ali Karim en el minuto 54, tras un saque de esquina lanzado por Bastian Schweinsteiger y que tomó por sorpresa a una mal ubicada defensa austriaca.

El ritmo del Bayern era de entrenamiento pero era suficiente para tener completamente sometidos a los austriacos y para que los goles siguieran llegando. Roy Makaay, tras dos tímidos intentos ofensivos del Rapid a los que siguieron contragolpes fulminantes del Bayern, marcó el tercero y el cuarto para los bávaros.

Por las ocasiones que tuvo el Bayern, hubieran debido producirse al menos dos goles y si estos no llegaron fue porque faltó el último empeño a la hora de definir.