El argentino David Nalbandián llegó al país con la gloria de haber alcanzado el Masters de Shangai y en el momento más célebre de su carrera tenística recordó a su padre, Norberto, fallecido un año atrás.

Vio la final desde el cielo, estoy seguro de que no se lo perdió, comentó Nalbandián, cuyo padre fue quien instaló las canchas de tenis en su pueblo Unquillo.

A la hora de hablar de lo estrictamente tenístico, afirmó que: Muchas finales se ganan con la cabeza y ésta fue una de ellas. Creo que por ahí pasó la clave de la final.

Nalbandián llegó a una conferencia de prensa en el Sheraton Hotel media hora más tarde de lo previsto, ya que su vuelo desde China arribó esta mañana con retraso a Ezeiza.

Vestido con una remera negra, jeans y una gorrita marrón, ante un centenar de periodistas y 16 cámaras de televisión, el cordobés adelantó que sus objetivos para 2006 son colocarse entre los tres mejores y ganar un torneo de Grand Slam.

El jugador de Unquillo, siempre sonriente, apuntó que durante estos días tendrá pocas vacaciones y muchas exhibiciones. Igualmente, estimo que la pretemorada que tengo programada será buena, aunque no la ideal.

Nalbandián, durante el próximo mes, jugará exhibiciones en el Luna Park, en el Estadio Orfeo, de Córdoba, en el Buenos Aires Lawn Tennis Club y en Punta del Este.

El número uno de la Argentina afirmó que el partido ante el croata Iván Ljubicic fue el mejor en el Masters y afirmó que este encuentro me dio mucha confianza para seguir adelante; también reveló que cuando Federer, en el quinto set de la final, estaba 6-5 y 30-0, pensó que iba a perder el partido.

Para cerrar, el tenista cordobés que esta noche se irá a pescar al sur del país le dedicó un mensaje al público argentino, al señalar que agradecía el apoyo ya que los hacemos madrugar y a veces trasnochar. Así y todo, nos siguen apoyando y aunque no lo crean, a la distancia toda esa fuerza se siente.