EFE: El Fluminense no pierde la fe y cree en el milagro ante los ecuatorianos (Enfoque)

Enviado por zecarlos el Mar, 01/12/2009 - 11:55

El Fluminense sueña todavía con el milagro de golear al Liga de Quito el próximo miércoles en el estadio Maracaná en la final de la Copa Sudamericana para quedarse con el título y tomar la revancha por la Libertadores del año pasado.

Pese al 5-1 que encajó en su visita a Quito, el club carioca no pierde la fe en una remontada como la que ha hecho en el Campeonato Brasileño, donde después de pasar 27 jornadas entre los cuatro candidatos al descenso, el domingo respiró aliviado al subir del puesto 17 al 15 en la tabla.


Y lo consiguió de qué manera, con una goleada 4-0 al Vitoria en el Maracaná, como si estuviera ensayando el resultado que necesita ante los ecuatorianos para, al menos, definir el dueño del trofeo desde el punto de penalti, tal como ocurrió con el mismo rival en la Libertadores del año pasado.

El 2 de julio de 2008 el 'Flu' rozó la gloria al igualar en el legendario estadio los dos goles de desventaja que trajo de Quito en el partido de ida de la final de la Libertadores con tres tantos de su figura, Thiago Neves, que forzó la prórroga y después los penaltis, pero la suerte sonrió a los ecuatorianos y abrió las puertas del infierno a los brasileños.

De los once hombres que alineó el técnico Renato Gaúcho aquella noche, tan solo el argentino Darío Conca continúa hoy como titular, después de sufrir una sangría de jugadores que ficharon por otros equipos.

Tras la final, salieron el lateral Gabriel (Panathinaikos), el volante Cícero (Hertha de Berlín) y Thiago Neves, que emigró al Hamburgo.

A la vez que el 'Flu' acariciaba el éxito en América, su situación en la Liga brasileña se complicaba, al perder muchos puntos en el primer tramo del campeonato por jugar con suplentes y juveniles para dar prioridad al torneo continental.

Al acabar la Libertadores, estaba en puestos de descenso y le costó sudores remontar, mediando el despido de Renato Gaúcho y de su sustituto inmediato, Cuca, antes de que René Simoes enderezase el rumbo, salvando la categoría y ganando un billete para la Copa Sudamericana.


Al final de la temporada, el éxodo de jugadores se agravaría con la salida del talentoso central Thiago Silva al Milán y otros jugadores destacados como Júnior César, Arouca y Washington.

Con mucha inversión se rehizo la plantilla, con Fred, delantero mundialista y que militó en el Lyon francés, a la cabeza, acompañado de jóvenes prometedores como Diguinho y el repescado Thiago Neves, que no cuajó en Alemania.

El Fluminense fracasó luego en el campeonato regional de Río de Janeiro, primer objetivo del año, por lo que Simoes fue reemplazado por el ex seleccionador Carlos Alberto Parreira.

Las numerosas lesiones, unidas al bajo rendimiento de Thiago Neves, la inexperiencia del grueso del grupo y las constantes llegadas y salidas de jugadores contribuyeron a relegar al 'Flu' al fondo de la tabla desde el inicio de la Liga.

Rodó la cabeza de Parreira y, tras el breve paso de un interino, regresó Renato Gaúcho, aunque con él las cosas tampoco mejoraron y fue cesado de nuevo en la jornada 22, con el equipo en la última casilla y con apenas 16 puntos.

La afición le dio la espalda al club, las gradas del Maracaná se vaciaron y se vivieron episodios violentos como el ataque de una barra brava a los jugadores en un entrenamiento, que no fue a mayores porque un agente de seguridad dispersó a los agresores con disparos al aire.

A la desesperada, el Fluminense volvió a recurrir a Cuca para el banquillo y realizó varios fichajes de última hora, entre ellos el del experimentado volante ecuatoriano Patrício Urrutia, procedente de su 'verdugo' en la Libertadores, Liga de Quito.


El entrenador consiguió darle moral al equipo, poner orden en el vestuario y encontrar un once fijo con el que hizo una remontada espectacular en la Liga y logró avanzar en la Sudamericana con un fútbol vistoso.

Fred fue fundamental en la reacción con su regularidad pasmosa de cara al gol, diez tantos en diez jornadas consecutivas en el momento más delicado, que ayudaron al equipo a encadenar doce partidos sin perder.

También han sido vitales en esta arrancada el centrocampista argentino Darío Conca, el delantero Maicon y el defensa Digao, ambos procedentes de la división juvenil del club, aunque estos dos últimos se perderán la final de la Sudamericana por lesión.

Ahora, a una jornada del final de la liga, el Fluminense está casi fuera del pantano pues suma 45 puntos y, para asegurarse la permanencia sin depender de otros resultados, le basta con un empate en su visita al Coritiba, rival directo en la tabla con 44 unidades.

El Fluminense confía en que el 'milagro' conseguido en el Campeonato Brasileño se repita en la Sudamericana para poder espantar de una vez por todas los fantasmas que rondan el club desde mediados del año pasado.

Con ese objetivo, sus hinchas se han volcado a comprar ingresos para la final, convencidos de que la fe mueve montañas. EFE