(5-1) Los albos acarician la Copa Sudamericana con una goleada memorable
Con un Edison Méndez inspirado que se quedó afónico con los tres goles que gritó, con Salas que entró y la metió y luego Ulises que selló con un golazo, Liga está cerca de la gloria. El Flu puso el primero, pero esa ofensa le costó muy caro.
Liga Deportiva Universitaria de Quito y Fluminense se veían de nuevo las caras en un final. Las sensaciones era parecidas a las del 2008, pero esta vez el favorito era Liga, el más fuerte, el que mejor fútbol había demostrado, el que en Casa Blanca es amo y señor.
En frente un Fluminense, que se paraba en el campo de juego solo con un jugador que repetía la final del 2008, el argentino Darío Conca.
En medio de la euforia de la hinchada blanca que volvió a llenar su estadio, llegó el pitazo inicial del uruguayo Silvera y empezaba la final.
Pero, toda la algarabía se iba a acabar a los 23 segundos. Sí, no se jugaba ni un minuto. Fred, desde 35 metros, remató fuerte, el balón le picó a Domínguez quien no pudo contener y el rebote quedó vivo en el área chica, y el premio lo encontró Marquinhos que fusiló a quemarropa y gritó el primero.
La sorpresa. El desconcierto. Liga perdía en su estadio y apenas iniciaba el partido. Sin embargo, nunca se desesperó, aunque le costó un poco volverse a meter en el partido.
Desde el minuto 10, los azucenas se asentaron en el campo de juego y comenzaron a dominar. De la mano de Edison Méndez, el local empezaba a desnudar las falencias defensivas de los cariocas.
Rafael comenzaba a ser la figura del visitante. Primero le sacó el grito de la boca de Espínola, cuando desvió un cabezazo del guaraní. El portero también descolgó varios centros que llevaban peligro.
Una jugada por la derecha terminó en falta en contra de Bieler. Neicer Reasco se avivó y la jugó rápido para Edison Méndez, quien se internó por un costado y remató fortísimo para doblarle las muñecas al portero carioca, que no supo que le pasó. Solo la fue a recoger en el fondo de su arco a los 20 minutos.
Otra vez como en el principio, los albos no iban quitar el pie del acelerador hasta el pitazo final de Silvera.
Un par de llegadas del Flu, que no terminaron en nada, fueron lo único que intentó el equipo de Cuca. Además, los Tricolores empezaban a pedir oxígeno.
A los 37 minutos otra vez, Quinito buscó y con su pierna zurda sacó un remate que pedía red, pero el portero la sacó a un costado. En seguida otro centro llegó al área, pero Reasco se la perdió de cabeza bajo el arco.
Cuando se jugaban los últimos 5 minutos del primer tiempo, Méndez iba a continuar con su show. Un tiro libre desde 28 metros del ex PSV se estrelló en la barrera, pero, como imán que sigue a los elegidos, el esférico le volvió a quedar en frente, con un pique, para que Méndez conecte un derechazo al ángulo superior izquierdo que le rompió al arco a Rafael. Golazo.
Otra vez explotó la Casa Blanca. Liga le daba la vuelta al marcador y ponía las cosas en orden. Silvera anunció el final de la primera etapa y los de Fossati se iban arriba en el marcador al descanso.
Para la segunda etapa, los albos salieron a matar. Querían definirlo acá, y no tener que ir al Maracaná a complicarse tanto.
A los 48 minutos, Neicer Reasco probó desde muy lejos y por poco grita el tercero, pero Rafael la mandó al córner, con cierta dificultad. Luego la tuvo Bieler, el goleador que estaba siendo contralado por la zaga y que no encontraba la llave para abrir el arco del Flu esta noche.
El "Taca" cayó en el área, tras una falta que el juez no vio y que debió ser penal. Pero no iba ser necesaria, porque a Méndez aún le quedaba algo guardado.
El del Chota se estaba quedando afónico. Al igual que los 43.000 hinchas albos que deliraban en las gradas y se ilusionaban con un nuevo título.
Liga de Quito ofrecía un recital de fútbol en la final de ida. Se tomó un respiro, tras el gol tercero, pero de nuevo iba a arrinconar a su rival. Apenas ingresó el Mago a la cancha.
A la salida de un lateral, Salas se internó en el área por la derecha, Méndez le mpuso el pase y de sobrepique el de San Miguel de los Bancos la cruzó con potencia y ubicación. A los 76 minutos Salas ponía el cuarto en Ponciano.
No se podía pedir más. Los albos paseaban por toda la cancha a los brasileños, con el tiki tiki y el ole de las tribunas.
Pero la fiesta no se iba a quedar ahí. La cereza del postre la puso un referente, un histórico, Ulises de la Cruz. El lateral derecho recibió un pase rasante a la salida de un córner y conectó un remate que le pasó zumbando al portero y se clavó en la escuadra. Otro Golazo.
Los demás solo fue humillación para los brasileños que revivían la pesadilla del 2008 e incluso la sufrían más.
Con el pitazo final, Liga de Quito festejó medio título, y ahora espera en el Maracaná mantener la diferencia y nuevamente en tierras cariocas levantar otra copa y completar el trébol en sus vitrinas.