Wozniak sitúa a Mauresmo en su nueva realidad.
La canadiense Aleksandra Wozniak, trigésima novena jugadora del mundo, que nunca habría sobrepasado la primera ronda, mostró a la otrora dominadora del circuito femenino, la francesa Amelie Mauresmo, su nueva realidad, al margen de la lucha por los grandes torneos y desplazada del Abierto de Estados Unidos en segunda ronda.
Wozniak, que sólo tiene un título en su carrera, Stanford el pasado año, sonrojó a la gala (6-4 y 6-0). Muy lejos de los momentos dulces de su carrera, sobre todo hace tres años, cuando conquistó el Abierto de Australia y Wimbledon, Mauresmo, aún con la condición de cabeza de serie, la decimoséptima, fue sonrojada en el Arthur Ashe Stadium, el recinto principal del último Grand Slam del curso.
La poseedora de veinticinco títulos individuales apenas se aproximó a su nivel en el primer parcial. Pero decayó con estrépito en cuanto su adversaria se apuntó el primer parcial.
Nunca brilló en Nueva York la tenista francesa, que fue número uno del mundo durante 34 semanas y que intenta recuperar su nivel. Este año, sólo ha ganado en París. En el Abierto de Estados Unidos, las semifinales fueron su tope.
Es la primera vez que Wozniak atraviesa la segunda eliminatoria del último Grand Slam del curso. En su tercera presencia en Nueva York ya ha superado sus expectativas. Ahora, en segunda ronda, espera a la italiana Flavia Pennetta, que arrolló a la india Sanra Mirza (6-0 y 6-0).
Además, también alcanzaron la tercera eliminatoria del cuadro femenino del Abierto de estados Unidos la china Na Li, que venció a la portuguesa Michelle Larcher de Brito (6-1 y 6-3) y la rusa Elena Vesnina, que batió a la estadounidense Jill Craybas por 7-6(6) y 6-1.
EFE