La Conmebol ratificó hoy al estadio Ciudad de La Plata como escenario, este miércoles, del partido de ida de la final de la Copa Libertadores entre Estudiantes y Cruzeiro, a pesar del pedido de cambio de sede de los brasileños por el temor al avance de la epidemia de gripe A en Argentina.

El Cruzeiro propuso a la Conmebol que la final de la Copa se jugara en campo neutral para evitar el riesgo de contagio en su visita a territorio argentino, donde por esta causa han fallecido, al menos, 60 personas y unas 100.000 más están contagiadas.

Esta situación ha llevado a las autoridades sanitarias a ordenar el cierre de espacios públicos como teatros, restaurantes o centros comerciales, pero no estadios de fútbol.

El presidente del equipo de Belo Horizonte, Zezé Perella, dijo hoy que su propuesta a la Conmebol para jugar en cancha neutral no tenía como objetivo sacar ventaja deportiva.

"No quiero ventajas. Llegué a proponer incluso dos partidos en territorio neutro, podría ser en Paraguay, lo que nos ocasionaría un prejuicio de 2 millones de reales" o un millón de dólares, argumentó Perella, en una entrevista con el canal deportivo 'ESPN Brasil'.

Horas antes el equipo 'mineiro', en nota divulgada en su página electrónica, informó de que su director de fútbol, Eduardo Maluf, había enviado el domingo una carta a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) expresando sus temores por el viaje a La Plata.

En su comunicado el Cruzeiro pide que la CBF le encamine a la Conmebol una petición para que la entidad "pondere" ante las autoridades sanitarias de Argentina sobre la viabilidad del partido del miércoles en La Plata.

"El Cruzeiro hizo oficial su preocupación. Queremos que sea realizada una evaluación con los órganos competentes de Argentina", afirmó Maluf citado en la nota del Cruzeiro.

El dirigente brasileño reveló que la Conmebol solo accedería a cambiar el lugar del partido de ida si el Gobierno argentino prohíbe que se jueguen partidos de fútbol "como ocurrió en México" en la fase de octavos de final de la competición.

Incluso, invitó al nuevo ministro de Salud argentino, Juan Manzur, a que "se pronuncie" sobre el caso puesto que, a su juicio, "lo más correcto sería suspender el partido".

No obstante, el político descartó esta opción y consideró que se juegue el partido de La Plata del próximo miércoles es ya una situación "irreversible". También destacó que en Argentina "muere más gente atropellada que por gripe porcina".

La incertidumbre aumentó luego de que la dirección del Cruzeiro decidiera exigir garantías de las autoridades sanitarias argentinas antes de desplazarse a La Plata.

Los directivos insinuaron con el aplazamiento indefinido del viaje del equipo previsto, según los planes originales, para hoy.

Tras la respuesta de la Conmebol, que no modifica su programación original, la delegación brasileña debe viajar el martes, aunque los mismos directivos volvieron a crear un misterio sobre su arribo.

"Ahora existe la posibilidad de que viajemos el mismo día del partido, porque en cuanto más expuesto se esté (a la gripe A), más peligroso es", explicó hoy el director de fútbol del Cruzeiro.

Pese a que los dirigentes del club alegan que el Cruzeiro no quiere transferir el primer partido de la final para otra ciudad y que viajarán tan pronto como cuenten con garantías, los jugadores admiten que temen enfermarse en La Plata.

"Es una situación que nos incomoda a todos. Ya son varias muertes en Argentina, uno de los países con mayor número de casos. Ese partido tendría que ser disputado en otro país y en otra fecha", aseguró el zaguero Anderson.

"Corremos el riesgo de jugar allá y que alguien regrese enfermo. Y, entonces, ¿qué hacemos en el partido de vuelta?", agregó.

A pesar de todo esto, la Conmebol confirmó hoy al estadio Ciudad de La Plata como la sede de la primera final de la Libertadores, lo que llevó a que el presidente del equipo brasileño acusara a los dirigentes sudamericanos por falta de "sentido común".

"Debería prevalecer el sentido común, lo que al parecer no está ocurriendo. Espero que la gente que nos está llevando allá sepa lo que está pasando", lamentó el directivo.

Perrela explicó que la Conmebol sólo aceptará el cambio de cancha ante "un veto" de las autoridades sanitarias argentinas y que citó "la organización de un partido con 50 mil personas el último fin de semana" como defensa de la decisión. EFE