Bayern-Barça, dos escuelas que inspiraron la final de la pasada Eurocopa

Enviado por juanca el Vie, 20/03/2009 - 13:24

"El fútbol es un deporte inventado por los ingleses y en el que siempre ganan los alemanes". La frase, ya célebre, la pronunció el delantero inglés Gary Lineker tras perder la semifinal del Mundial de Italia'90 ante los germanos.

Pero la máxima de Lineker no siempre se cumple. Hay veces que el fútbol directo y rocoso alemán sucumbe, en una gran cita, ante otro más atractivo y brillante, como por ejemplo, en la final de la pasada Eurocopa.

El 29 de junio de 2008, en el Ernst Happel Stadium de Viena, España sólo venció a Alemania por la mínima (0-1), pero le dio un soberano repaso con su fútbol de toque, posición y rápida circulación de balón para llevarse el título.

Hombres como Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Lukas Podolski o Miroslav Klose, todos ellos titulares en aquella final contra la 'Roja', podrían volver a correr detrás del balón sin apenas olerlo dentro de tres semanas, cuando se midan al Barcelona en los cuartos de la Liga de Campeones.


Lahm, Schweinsteiger, Podolski y Klose, compañeros en el Bayern de Múnich, ya saben como las gastan Xavi e Iniesta, cómo la mueven, cómo la esconden, cómo se asocian con los delanteros, cómo leen el último pase, cómo todo el equipo baila al son que ellos tocan.

Iniesta y Xavi, los directores de orquesta de la selección española, imprimieron el 'sello Barça' a la 'Roja' en aquella Eurocopa, junto con Cesc, otro que mamó el mismo estilo ofensivo en la cantera azulgrana, o Puyol, otro barcelonista titular indiscutible en aquel torneo.

El combinado que entonces dirigía Luis Aragonés volvió a ganar un título 44 años después, y lo hizo jugando como el Barça. Un estilo que ha tenido continuidad con Vicente Del Bosque y que ha sido capaz de cambiar la cada vez menos efectiva 'Furia española' por la exitosa fórmula de la 'España de los jugones'.

Por eso, la eliminatoria de 'Champions' entre el Bayern y el conjunto azulgrana puede percibirse como un 'déjà vu' o entenderse, protagonistas aparte, como una reedición pero a 180 minutos de aquella final.

El choque de dos estilos: la potencia, el rigor táctico, el fútbol directo, eficiente y tosco de los germanos -el mismo que ha hecho grande al equipo bávaro- contra el talento, el toque y el fútbol combinativo de los españoles, que es el que ha caracterizado el juego del Barça en los últimos veinte años.

Es cierto que al Bayern, como la selección alemana, no le incomoda enfrentarse a un fútbol antagónico al suyo. Siempre juegan el mismo partido solvente y aseado y, además, poseen la fascinante virtud de crear una ocasión de gol de la nada.

Y también es verdad que su fútbol resultadista casi siempre le ha reportado más éxitos que a sus adversarios (cuatro Copas de Europa para el Bayern, tres mundiales y tres Eurocopas para Alemania).

Lo que pasa es que la máxima de Lineker no siempre se cumple. A veces, el que gana es el equipo que juega mejor, el que más divierte. A veces, sólo a veces, los germanos también pierden.

 

 

EFE