El francés Thierry Henry ha regresado a Barcelona con el ánimo de frenar una serie de debates que le empiezan a incomodar, hasta el punto de solicitar esta tarde en la sala de prensa del Camp Nou que se "ponga fin" a algunos discursos acerca de su integración futbolística en el equipo azulgrana.

Henry ha sido contundente cuando se le ha requerido para que hablase de su posición en la banda izquierda o si está contento con su participación en el equipo. "He jugado tres partidos y he marcado dos goles", apuntó el jugador, a la vez que solicitaba que no se le volviera a cuestionar al respecto, al entender que las preguntas eran reiterativas.

"He jugado en la banda izquierda y no pasa nada. Prefiero jugar en el medio pero puedo hacerlo en la banda izquierda. Desearía que se acabase con este tipo de debate. Hay que parar con este tipo de preguntas", reclamó.

A Henry también se le ha reclamado para que ofrezca su opinión acerca del incidente que se vivió el martes en París, durante el amistoso entre Francia y Túnez, cuando la numerosa representación de seguidores tunecinos silbó sin descanso el himno francés ('La Marseillaise').

A este respecto, Henry se mostró parco y se limitó a reclamar que entre todos "se detenga la violencia", aunque también apuntó que después de las experiencias en amistosos contra Marruecos y Argelia "parece que juguemos fuera", debido a que los seguidores de estas dos selecciones también silbaron el himno francés.

"No tengo poder para cambiar nada. El himno no se ha respetado en los últimos partidos y esto es así", precisó Henry, que se limitó a decir que él no es político cuando se le requirió para que valorase la decisión por parte del gobierno francés de suspender un partido si no se respeta 'La Marseillaise'.

En cambio, Henry señaló que no ve inconveniente para que Inglaterra juegue el amistoso que está negociando con España en Madrid. "Hay que parar la violencia, pero no veo por qué no se puede jugar", añadió.

Henry cree que el fútbol debería vivir al margen de cualquier conflicto y tensión, y que un partido "no debería ser nada más". "Sin opiniones políticas o religiosas. Es cuestión de educación y hay gente que no la tiene. Se debería animar, pero sin insultar a nadie", apuntó.

El jugador barcelonista se animó a aplaudir el estado de gracia que vive la selección española, primera en su grupo y con una racha de victorias excepcional. "Vi la segunda parte (del Bélgica-España). Juegan a uno o dos toques. Cuando estás en racha, todo sale bien y no le puede pasar nada malo a la selección", apuntó. EFE