Boca Juniors, sexto en la clasificación a ocho puntos del líder San Lorenzo, y River Plate, penúltimo a uno del colista, han roto los esquemas del torneo Apertura 2008 del fútbol argentino con sus coincidentes retrocesos.

Los dos equipos más populares y con presupuestos más importantes de Argentina están al margen de la lucha por el título y, tras el receso que impone la disputa de partidos de las eliminatorias del Mundial 2010 el próximo fin de semana, chocarán en el estadio 'Monumental' el día 19 de este mes en un partido devaluado como pocas veces en la historia.

El denominado 'clásico de los clásicos' del fútbol de este país, programado para la décima jornada, despertará el interés morboso que supone al entrenador boquense, Carlos Ischia, o al riverplatense, Diego Simeone, en una situación delicada si el resultado no es un empate. Y no mucho más.

Quedar fuera de la lucha por el campeonato y perder el derbi a falta de nueve jornadas para la finalización del torneo es lo peor que le podría pasar a cualquiera de los dos.

Boca Juniors ha caído en esta preocupante situación, que no ocurría desde 2002, al perder tres de los últimos cuatro partidos. En el torneo Clausura de aquel año, el equipo boquense llegó a la novena jornada a ocho puntos de distancia del liderato, pero River Plate, a esas alturas, había sumado 23 puntos.

No obstante, Ischia dijo el domingo tras la derrota en 'La Bombonera' ante Estudiantes 1-2 que es "optimista" y que no cree que su equipo se haya despedido del campeonato.

"Soy muy optimista, no me bajo de la lucha por el campeonato, el torneo lo vamos a pelear porque no es que muchos equipos nos sacaron una diferencia sino que es uno sólo el que está distanciado de resto", dijo el entrenador en alusión a San Lorenzo, que tiene una ventaja de cinco puntos sobre Tigre y Newell's Old Boys, que ocupan el segundo puesto.

El técnico boquense cree que el líder perderá algunos puntos antes de enfrentarse con su equipo en la décimo tercera jornada en 'La Bombonera', escenario durante mucho tiempo inexpugnable y últimamente no tanto, ya que en el Apertura sólo ha obtenido allí siete de 15 puntos posibles.

Pero además de los resultados negativos el equipo de Ischia tiene problemas con las lesiones que persiguen a varios jugadores, el bajo rendimiento de sus defensas centrales Julio Cáceres y Gabriel Paletta, la inoperancia de su creativo Juan Román Riquelme y algunos problemas internos en la plantilla.

El rendimiento del River Plate no es común tres meses después de haberse proclamado campeón del Clausura 2008, inmerso en una gran confusión atribuida no sólo a bajones individuales sino también a las dudas tácticas y estratégicas de Simeone, que cambia de manera continua la alineación del equipo y sus planteamientos de juego.

El equipo riverplatense, que ha llegado casi a la mitad de la competición con más goles encajados que a favor (13-11), ganó solamente un partido, igualó cinco y perdió tres, comparte con ocho puntos la penúltima posición con Rosario Central a uno de Argentinos Juniors, el último, que suma siete.

Tanto a Boca como a River les queda un objetivo hasta finales de año: la Copa Sudamericana, competición en la que se han clasificado para disputar los cuartos de final, como también lo consiguieron Estudiantes y Argentinos Juniors.

Si Boca Juniors supera en esa etapa al brasileño Internacional de Porto Alegre y River Plate al mexicano Chivas de Guadalajara, el derbi argentino tendrá una nueva versión en las semifinales de este torneo.

San Lorenzo lidera cómodamente el Apertura y es el máximo candidato al título de campeón. Boca Juniors necesita de un milagro para cambiar su destino y River Plate de que la competición termine cuanto antes, aunque la fecha fijada sea el 14 de diciembre. EFE