Un Deportivo Quito que nunca encontró su verdadero nivel de juego, quedó eliminado de la Copa Nissan Sudamericana 2008, pese a la victoria de 3 por 2 conseguida ante el San Luis, la derrota en México lo condenó.

La tarde pintaba gris, el augurio de lluvia no se iba, pero la fiel hinchada "chulla" acudía al coloso de El Batán para apoyar a su equipo, la clasificación estaba dos goles, la esperanza era lo último que se perdería.

El encuentro empezó mal, los equipos no atacaban y todas las posibilidades se diluían en la mitad de la cancha, sin embargo el Quito era el que hacía el gasto.

El premio a la mayor insistencia "chulla" llegó a los 9 minutos, cuando un pelotazo de José Luis Cortés encontraba a Martín Mandra libre por la izquierda, el argentino se llevó en velocidad al marcador Torres y su centro encontraba a la cabeza de Leider Preciado en el segundo palo.

El parietal del moreno atacante colocaba el balón en la parte baja del pórtico defendido por Adrián Martínez, marcando la primera y reviviendo la esperanza, la clasificación estaba a un gol.

Luego del gol, el juego, la pelota y las emociones fueron del Quito, pero el fútbol es todo, menos justo, y a los 15 minutos el San Luis mexicano llegaba a la igualdad.

En la mitad de la cancha, el chileno Donoso perdía el balón con un jugador del San Luis, que con un pase rasante dejó habilitado en la medialuna del área al jugador Israel Martínez, que ni corto ni perezoso remató al arco venciendo totalmente al meta ecuatoriano Giovanni Ibarra.

El empate se marcaba, pero la esperanza no se iba y la hinchada azulgrana gritaba más, pero cinco minutos más tarde otro balde de agua fría caería sobre los chullas.

A los 20, el mismo Israel Martínez marcaba el segundo, tras un centro desde el sector derecho por parte del jugador colombiano, Tressor Moreno, recibió el jugador de nacionalidad mexicana y este sin resguardo alguno fulminó al portero Ibarra .

De esta manera, y con un Quito que no encontró nunca su verdadero fútbol se fueron los primeros cuarenta y cinco minutos, la empresa parecía difícil, pero los ánimos estaban allí.

La segunda parte inició bien para el conjunto de los "chullas quiteños", ya que a los 7 minutos encontraban el empate.

Un tiro libre cerca del área era ejecutado por José Luis Cortéz, el gran remate quemaba las manos del portero Adrián Martínez que dejaba suelto el rebote, que aprovechaba Isaac Mina que con remate rasante ponía la pelota en el fondo de las redes.

La alegría se encendía, la esperanza volvía, faltaban tres anotaciones para el milagro, para la hazaña, para la gloria.

Y la ilusión aumento más todavía cuando a los 10 minutos, un centro de Luis Fernando Saritama, encontraba la cabeza del defensa Luis Checa, que dejaba sin reacción a Martínez y ponía el tercero para el elenco azulgrana.

Tiempo había, ganas habían, lo único que faltaban eran los goles, y por lo que se vio en ese inicio de la segunda etapa no tardarían en caer.

Pero todos nos equivocamos, los goles nunca llegaron y la decepción se volvió a apoderar de la hinchada "chulla".

Desde el minuto 15, el Deportivo Quito perdió la brújula, mas que con fútbol llegaba con pundonor al arco rival, y en este partido eso no iba a ser suficiente.

Al final del encuentro, el resultado por un gol a favor de los ecuatorianos resultó justo, pero no suficiente.

El marcador global rezaba un incomodo 5 a 4 a favor de los mexicanos, ellos eran los clasificados y en la próxima fase, es decir, octavos de final de la Copa Nissan Sudamericana enfrentaran a Argentinos Juniors.

Por: Omar Vinicio Luna