El delantero ecuatoriano Felipe Caicedo, al parecer fue transferido al equipo teutón,el Hertha Berlín, en una operación relámpago, ya que el libro de pases del fútbol europeo se cierra el día de hoy, por lo que el ariete tricolor no arribará este lunes a la capital ecuatoriana para unirse a la selección como tenía previsto.

La noticia fue confirmada por Pedro Mauricio Muñoz, Coordinador de la Selección Ecuatoriana de Fútbol; con esta situación de última hora, el jugador no puede confirmar el día de su llegada a Quito, ya que en estos momentos Felipe se encuentra arreglando su situación contractual para firmar rápidamente su incorporación al club.

El jugador ecuatoriano va a préstamo por un año, cumpliendo otro sueño de participar en otra de las grandes ligas del mundo, la Bundesliga Alemana. Hay que recordar que Felipe Caicedo ha hecho toda su carrera profesional en el fútbol europeo, militando en el Basel de Suiza, para posteriormente unirse al Manchester City de Inglaterra en el cual no tuvo muchas oportunidades de actuar, y ahora lo veremos en el Hertha de la Primera División del fútbol de Alemania.

Como ya es de conocimiento la Bundesliga Alemana ya inició, jugándose este fin de semana la tercera fecha de la misma, en la cual el nuevo equipo de Caicedo, dirigido por el suizo Lucien Favre, perdío estrepitosamente por goleada (4-1) ante el gran Bayern Munich, ubicándose en el décimo lugar (10) de la tabla de posiciones con 4 puntos.

El conjunto alemán cuenta con más de 100 años de vida insitucional, ya que fue fundado el año de 1892, juega sus partidos de local en el Estadio Olímpico de Berlín, donde recordemos Ecuador jugó dos partidos del Mundial Alemania 2006, en primer lugar con el anfitrión y luego en Octavos de Final midiendo al conjunto inglés.

El ariete tricolor ha tenido un gran ascenso en su carrera futbolística, saliendo en primer lugar del club Rocafuerte F.C guayaquileño, a los 16 años al fútbol suizo donde brillo con luz propia, y ahora, previo un fugaz paso por Inglaterra, recalar en el fútbol teutón.

Por: Gustavo Tapia Roditti