Inicio de la Premier League, una sola consigna: Todos contra el Manchester

Enviado por gtapia el Jue, 14/08/2008 - 08:31
Con el portugués Cristiano Ronaldo en Old Trafford -pese a los deseos del jugador-, el Manchester United es el blanco a batir por el resto de aspirantes a la "Premier", una competición para la que los Benítez, los Wenger, los Ferguson, los Scolari y los Juande ponen ya sus maquinarias a punto.

Old Trafford aguarda el pistoletazo de salida en el torneo doméstico con los pelos aún de punta tras vadear uno de los veranos más tumultuosos que han sacudido a este club.

El flamante campeón liguero y ganador de Europa -a expensas, por cierto, del Chelsea en ambos casos- se vio inmerso en una intensa guerra dialéctica con otro tiburón del fútbol europeo, el Real Madrid. ¿El motivo? Los favores del jugador talismán de los "diablos rojos", un Ronaldo protagonista absoluto del "culebrón" del verano.

El pulso entre la contundente negativa inglesa a siquiera negociar por los preciosos y preciados servicios del extremo luso ante la insolencia madridista ha marcado los últimos meses. Un tira y afloja que desgastó a la directiva del United aunque, por suerte, no a sus jugadores.

Finalmente, Ronaldo se queda en el Manchester para defender sus colores y ganar lo que le queda en un país que ya no le seduce como antaño.

El United cuenta con joyas en su once, joyas como el luso, o como Rooney -ambos convalecientes- o como el brasileño Anderson -aunque esté ahora mismo con Brasil en Pekín- o como el galés Giggs, o como el argentino Tévez. Y todos han desempeñado papeles importantes en la campaña 2007-2008.

Su tándem defensivo formado por el inglés Rio Ferdinand y el serbio Nemanja Vidic se lleva un sobresaliente dentro del marco europeo.

La temporada, eso sí, ya ha comenzado con nota para los pupilos de Sir Alex. El pasado domingo, los imparables "diablos rojos" arrebataban la Community Shield al Portsmouth de Harry Redknapp.

La nueva temporada promete, y no sólo por la presencia de este Manchester dispuesto a dejarse la piel para que no le quiten lo que es -de momento- suyo.

El que fue su gran competidor el pasado curso, el archimillonario Chelsea, el club del magnate ruso Roman Abramovich, estrena técnico y actitud. El "hoy" de los "blues" pertenece al brasileño Luiz Felipe Scolari.

"Felipao" quiere convertirse en el artífice de una misión -casi- imposible: lograr que se vea con otros ojos al club Stamford Bridge, un equipo que, hasta la fecha, sólo generaba antipatías.

"Big Phil" no es el israelí Avram Grant. Tiene más carisma y más espíritu que su antecesor, un hombre discreto, "gris", y sobre todo maltratado sin consideración desde el momento en que pisó el Chelsea por los medios de comunicación e incomprendido por los aficionados.

Pero Scolari tampoco es José Mourinho. El brasileño es disciplinado y riguroso. Pero también es realista. Se aleja de la arrogancia sin límites del portugués pero no pierde, por ello, las ganas de ser campeón.

Lo dejó claro desde el primer día: "Yo sólo soy especial para mis amigos, para mi familia".

Para este nuevo capítulo, Scolari incorpora a las filas "blue" a José Bosingwa, del Oporto y al ex barcelonista Deco y despacha a gente como Claude Makelele o a Khalid Boulahrouz. Prometedor.

La lucha de egos no acaba ahí. El Arsenal del francés Arsene Wenger es otro de los "pesos pesados" de este olimpo de grandes aunque es un club en apuros: necesita imperiosamente un empuje. Tiene que recuperar la magia perdida y ganar trofeos.

El mercado estival ha visto cómo algunos de los jugadores más sólidos de los "cañoneros" decían adiós. Era, por ejemplo, el caso de Mathieu Flamini, al Milan, o de Alexander Hleb, en el Barca de Pep Guardiola.

Por contra, el nuevo fichaje Samir Nasri no llega al nivel de Hleb y continúa el interrogante por la reincorporación del brasileño Eduardo, que sigue de baja. Este Arsenal tampoco contará ya con el germano Jens Lehmann ni con otro carioca, el veterano brasileño Gilberto Silva, ahora en el Panathinaikos.

Afortunadamente para el "Profesor", se queda gente como el español Cesc Fábregas, sin duda el hombre más importante de este club, impresionante, además, en la Eurocopa para España, la ganadora. Aunque el catalán estrena curso lesionado.

Rafa Benítez tiene grandes expectativas para su Liverpool en su tándem ofensivo. Si Fernando Torres, el Spanish "kid" que revolucionó la "Premier" con su llegada, cuando firmó nada menos que 33 goles en un estreno estelar en la competición más seguida del mundo, constituye sólo un enorme peligro en el ataque "red", la llegada del irlandés Robbie Keane, del Tottenham Hotspur, añade interés renovado al conjunto de Anfield.

Tiene un buen colchón al amparo de Pepe Reina, en la meta, de Daniel Agger, de Jamier Carragher, de Javier Mascherano y, claro, de Steven Gerrard, su flamante capitán, y que jugó en el encuentro de anoche ante el Standard de Lieja como suplente tras recuperarse de una lesión muscular.

Para la nueva campaña, además de Keane, Benítez se ha traído, por el momento, a hombres como Emmanuel Mendy -ex del Murcia o del Depor-, Diego Cavalieri, David Ngog, Andrea Dossena o Philipp Degen.

Otro técnico con enormes ambiciones, y además también "made in Spain", es el manchego Juande Ramos, quien no tardó en dar un balón de oxígeno a los "Spurs" el pasado febrero, cuando zanjó de un plumazo una dolorosa sequía de trofeos en White Hart Lane al ganar la Copa de la Liga ante el Chelsea.

Fue un arranque prometedor para Juande. Ahora, el ex sevillista quiere más. Pretende entrometerse en el exclusivo círculo de los cuatro grandes. La diversión está garantizada. EFE