Roger Federer regaló al salvadoreño Rafael Arévalo una camiseta dedicada que el tenista centroamericano quiere llevar a su país para motivar a los jóvenes que quieren dedicarse al tenis.

El suizo, todavía número uno del mundo, se comprometió a hacer este presente después de que Arévalo se lo pidiera antes del partido que ambos disputaron en la segunda ronda del torneo olímpico de Pekín.

La camiseta no fue lo más importante que se llevó Arévalo de su paso por Pekín. El salvadoreño, 447 del mundo, no olvidará la experiencia olímpica. "He pasado de jugar con rivales que son 400 del mundo a enfrentarme al número uno. Eso es inolvidable", dijo el tenista de 22 años recién cumplidos.

"Me llevo mucha confianza, sé que puedo hacer bien las cosas y me llevo una gran experiencia de haber jugado con el número uno del mundo", aseguró.

Superó la primera ronda tras sorprender al surcoreano Hyung-Taik Lee, de un ránking muy superior al suyo.

"Espero que a partir de ahora la gente que me ha estado ayudando puedan ver que puedo conseguir cosas y sigan apoyándole", comentó.

Y también se lleva las ganas de disputar partidos como el que le enfrentó a Federer. "Me encantaría jugar cada semana partidos como éste", dijo.

Arévalo espera pronto mejorar su ránking. Estuvo un año prácticamente parado a causa de una lesión y eso detuvo su progresión. Estaba acostumbrado a medirse a los mejores en su etapa de aprendiz y vio cómo se estancaba.

Ahora quiere volver a ganarse la posibilidad de jugar contra ellos, lo que pasa por subir en la clasificación.

Contra Federer comenzó nervioso. "Me falta jugar partidos como este, dominar la presión", afirmó. Luego se templó y obligó al suizo a aplicarse. Dice que no jugó su mejor tenis porque no se quitó de encima los nervios.

Arévalo se lleva de Pekín toneladas de motivación y una camiseta firmada por Federer. Dos premios en uno. EFE