Yao Ming dio la bienvenida a Gasol en Pekín
El pívot chino Yao Ming, estrella indiscutible de la selección china de baloncesto y, por extensión, del deporte en el país organizador de los Juegos, dio la bienvenida en Pekín a Pau Gasol, el referente de la canasta en España, en un encuentro entre ambos en el pabellón de Wukesong, sede del torneo de baloncesto olímpico.
El pívot oriental de los Jazz de Utah y el ala-pívot de los Lakers de Los Angeles, ambos nacidos en 1980, tuvieron un encuentro inesperado sobre el parqué del espectacular pabellón pequinés cuando España terminó su primer entrenamiento dentro del recinto que alberga todo el campeonato de los Juegos.
Pau se retiraba hacia los vestuarios y China accedía a la cancha para ejercitarse a las órdenes del lituano Jonas Kazlauzkas. Los dos jugadores se saludaron efusivamente y departieron amistosamente durante unos minutos al lado de la mesa de anotadores, en la banda de la pista, justo en la línea central del terreno de juego.
El pívot chino también saludó a otros internacionales españoles cuando terminó de hablar con Pau, que tiene tanta repercusión y tanta fama en el país asiático como el propio Yao Ming a la vista de la expectación que levanta allá por donde pisa. EFE
El pívot oriental de los Jazz de Utah y el ala-pívot de los Lakers de Los Angeles, ambos nacidos en 1980, tuvieron un encuentro inesperado sobre el parqué del espectacular pabellón pequinés cuando España terminó su primer entrenamiento dentro del recinto que alberga todo el campeonato de los Juegos.
Pau se retiraba hacia los vestuarios y China accedía a la cancha para ejercitarse a las órdenes del lituano Jonas Kazlauzkas. Los dos jugadores se saludaron efusivamente y departieron amistosamente durante unos minutos al lado de la mesa de anotadores, en la banda de la pista, justo en la línea central del terreno de juego.
El pívot chino también saludó a otros internacionales españoles cuando terminó de hablar con Pau, que tiene tanta repercusión y tanta fama en el país asiático como el propio Yao Ming a la vista de la expectación que levanta allá por donde pisa. EFE