Un día con El Mago: Franklin Salas

Enviado por bielo el Mar, 29/07/2008 - 13:16
Franklin acompaña a su hijo al bus escolar

Aún en la oscuridad, propia de la noche, nuestro día comenzaba: "Yo me levanto a las 6 AM", había anticipado Franklin Salas, el protagonista.

La mañana era fría (en términos técnicos aún no era mañana, seguía tan oscuro como cuando nos despedimos del día anterior), pero la jornada auguraba momentos más cálidos. Posiblemente esta haya sido una sensación provocada por el entusiasmo.

Entonces recuerdo las palabras de Patricio Falconí: "Los hinchas afirman que Franklin no está más cerca de la tierras, sino del cielo y de la gloria, cuando suelta una gambeta arrolladora, cuando acumula rivales en una baldosa o hace un gol de esos irrepetibles…"

El entusiasmo, supongo, queridos amigos, es entendible y compartido.

Mientras el sol jugueteaba con las nubes y anunciaba su salida, arribamos a la casa de Salas. El primero en darnos la bienvenida fue un pequeño cachorro de 4 meses, era un Bulldog inglés, Snoop.

La casa era amigable y acogedora. Una pequeña y cálida sala de sillones seductores nos recibían al ingreso. Verónica, esposa del Mago, preparaba el desayuno. Franklin lleva 5 años de matrimonio con ella; confiesa que están juntos desde los 16 años. Se conocieron jugando al fútbol, no es sorpresa. Salas cuenta que su esposa vivía en su mismo barrio, en la Roldós, donde se frecuentaban en las canchas y los parques con un balón como testigo.

Salas y Verónica aguardaban por Joshua, su hijo de siete años. El bus escolar no tardaría en llegar.

Entretanto, Franklin toma su desayuno: Corn Flakes con yogurt. Joshua sale de su habitación, como todos a esa altura de la mañana (ahora sí, técnicamente, era mañana), más dormido que despierto. Algo renegado, gajes del amanecer, se da los últimos arreglos antes de partir a clases. El Mago es quien lo toma de la mano para llevarlo hasta la buseta que, a esta altura, esperaba fuera de la casa.

El amanecer de un campeón

Salas nos comenta que sus primeras armas en Liga las hizo gracias a Romanelli. Fue el uruguayo quien, en un campeonato intercolegial, lo observó y le propuso jugar en las inferiores del club universitario. Recuerda que en su colegio, Mena de Oro, también jugaba el Diablo Lara; admite que nunca jugaron en el mismo equipo.

Los trofeos del Mago

- Él era mayor, jugaba en una categoría más arriba -dice Franklin.
- ¿Quedaste alguna vez campeón intercolegial? -pregunté.
- No, nunca.

¡Si el entrenador de aquel colegio se hubiera dado cuenta y los hubiera puesto a jugar juntos!, pienso rápidamente. "Si yo jugaba arriba no había quien juegue abajo, si él jugaba abajo, arriba no había nadie", justifica el Mago.

Volviendo a sus inicios como jugador, dice que siempre estuvo en Liga, desde los 11 años. Admite que en ese entonces nunca se había planteado ingresar en un equipo. En aquel tiempo, Franklin confiesa: "Yo solo veía a Barcelona". Era la época del Barcelona finalista de la Copa Libertadores; una realidad que ahora la vive Liga y el propio Franklin.

- ¿Qué entrenador te ha marcado?
- Rosero, Romanelli -dice Salas que no quiere ser injusto con nadie y prefiere no quedarse con un nombre.

Su debut fue contra el Deportivo Cali, en un partido amistoso en el año 2000. Ese mismo año anotó su primer gol, el Mago recuerda que fue contra El Nacional y de la mano de Pellegrini. Iba por los 18 años.

Salas universitario

Con un calentador, de combinaciones negro y gris, más una gorra, Salas estaba listo para dirigirse hacia su universidad. Cuenta que estudia Relaciones Públicas en la UTE.

Otro lado de Franklin, el estudiante

Está en 6to semestre de ocho en total; aunque, acepta, está igualándose algunas materias que no pudo tomar por la vorágine del fútbol.

Nos trepamos en su amplio auto negro, con la compañía de un amigo de Franklin, estábamos en camino hacia la UTE.

-¿Te gusta escuchar las radios deportivas?
- ¡No!, yo no -contesta de inmediato y con una sonrisa.

Salas dice que prefiere el hip-hop; Nelly, 50 Cents son algunos de sus favoritos. También nombró a Snoop Dog, el nombre de su perro, ahora, cobraba mayor sentido.

Unos minutos más tarde, coincidíamos con el bus escolar de Joshua. El Mago, quizá con olfato paternal, lo logra distinguir a pesar de la distancia. "Anda ruco", comentó Franklin.

Era el momento de hablar un poco más de fútbol. Y la charla comenzaba con un toque de sinceridad único, de esas expresiones sin demasiados adornos y firuletes, pero totalmente convincentes:

- Es bacano -dice Franklin cuando recuerda sus pasos por la Selección Nacional. Confiesa que el ambiente de la Tri es seductor. Recuerda también que el Bolillo fue la persona que más lo marcó en su tiempo de seleccionado. Franklin no olvida el carisma, la entrega y el compañerismo que irradiaba Hernán Darío.

Antes de llegar a la Universidad debía imprimir un trabajo que tenía que ser entregado esa misma mañana. Por un momento, el documento de Franklin no podía ser leído por el computador. ¡Hubieran visto la cara del Mago!, esa cara de estudiante a punto de entrar en pánico; esa cara que todos, en algún instante, hemos tenido.

Finalmente el trabajo, sobre un seminario en comunicación, pudo ser impreso, qué alivio.

Faltaba poco para llegar al nuevo campus de la UTE. Desde afuera, ustedes entenderán queridos lectores, uno supone una relación especial de los compañeros de universidad con él. Es decir, ¿quién no quisiera tener al Mago como compañero de aula?

- No, es todo normal -dice Salas al referirse al trato que recibe del resto de estudiantes– yo me dedico a mis cosas y ellos a las suyas -finaliza. Aunque admite que al principio hubo muchos acercamientos noveleros, aquellos que cruzan miradas, elogios, felicitaciones y una que otra petición.

Como aquellas que recibió al ingresar al edificio universitario. El requerimiento era puntual: querían entradas para la final de Copa. Algunos lo decían entre bromas, otros, escondidos en las bromas, guardaban alguna esperanza.

Bio del Mago

Nombre completo: Franklin Agustín Salas Narváez
Fecha de nacimiento: 30 de agosto de 1981
Lugar de nacimiento: San Miguel de los Bancos - Ecuador
Estatura: 1,65 mts.
Peso: 73 kgs.
Posición: delantero
Perfil: derecho
Club actual: Liga Deportiva Universitaria de Quito
Debut profesional: 2000 - Deportivo Cali
Exterior: Estrella Roja - Belgrado

Pasaban sus compañeros, amigos y conocidos, todo mientras se esperaba la llegada de la profesora.

- Flaca, ¿con quién están? -preguntó el Mago.
- Con la Tere -responde una chica con expresión de intriga por nuestra presencia.
- Franklin, ¿qué haces aquí? -interroga un tipo con facha de administrativo.
- Dándole fama a la UTE.

Llega la profesora, sin inconvenientes aceptó la presencia de NECdeportes en su clase. Apenas ingresamos al aula, Franklin es llamado la atención por sus faltas a clase, todo con buena onda.

Con todos acomodados en sus sillas, el Mago estaba en la segunda fila, la profesora anunció una prueba sorpresa. Es decir, sorpresa para los alumnos que protestaron enseguida; no para la maestra, quien comenta, como si nos debiera una explicación, que la prueba ya estaba anunciada.

Mientras los reclamos continuaban, Franklin se cambió de puesto y se sentó junto a una muchacha que tenía pinta de ejecutiva.

La breve lectura de NECdeportes: ella es la noria del curso. "No, yo siempre me siento con ella, solo que al inicio de la clase ella aún no llegaba", se justificó el Mago minutos más tarde.

Comenzadas las clases, Franklin atiende, anota y sigue atento. No así el resto de sus compañeros, quienes estaban más pendientes del lente fotográfico de NECdeportes. "Era de ponerla alrededor chicas lindas", comentó la profesora.

Enseguida, Salas y sus compañeros se enfrentaban a un desafío de su maestra. Se trataba de un problema matemático, quien lo resolviera primero se ganaba un punto.

"A ver Franklin gánese su primer punto", animó la profesora. Como de costumbre, nadie tuvo la respuesta correcta; como de costumbre, la pregunta resultó capciosa.

Ah, por cierto, no hubo prueba. Los reclamos y la insistencia pudieron más; otra vez, como de costumbre.

Salimos junto con nuestro protagonista del edificio.

- ¡Franklin! -se escucha desde la puerta de salida- te olvidaste tus llaves -dice uno de sus compañeros.
- ¡Ay simón! -expresa Salas mientras va a buscarlas.

El prohibido estacionar, la anécdota.

Mago, no puede estacionarse

Antes del inicio de su clase, el Mago había comentado sobre un cortocircuito con uno de los guardias por el tema del estacionamiento. Salas contó que en más de una ocasión aquel personaje había adornado su auto con esos sellos de prohibido estacionar.

Con la misma guapeza que vemos en la cancha cuando los rivales lo van a buscar y él se levanta y la sigue pidiendo, Franklin enfrentó el inconveniente y consiguió las autorizaciones correspondientes ante la insistencia de aquel guardia.

Esta vez, al llegar al estacionamiento, Salas se topó nuevamente con el prohibido estacionar. El enojo del jugador era evidente, exigió hablar con el involucrado. La discusión fue árida y pasó. La conclusión era clara: este muchacho, evidentemente, no era hincha de Liga.

De vuelta en su amplio automóvil y con los residuos del prohibido estacionar, nos dirigimos hacia la práctica de Liga. En el transcurso seguimos conociendo más a uno de los ídolos del campeón ecuatoriano.

- No caí en buen momento -señala Salas cuando recuerda su paso por Europa y por un Estrella Roja lleno de problemas administrativos– la pasé bien -aclara.

Confiesa que siempre es difícil estar lejos y la añoranza se hace presente. De todas maneras acepta que no tuvo mayores dificultades en acostumbrarse.

Del entrenamiento a una siesta, con un desfile de camisetas en el camino

Ya en el complejo de Pomasqui, se cambia rápidamente y está listo para la práctica. El entrenamiento fue más bien corto. En el inicio los jugadores hicieron un calentamiento con dominio de balón. Salas estaba en su salsa, se sentía cómodo y comenzaba con los jueguitos.

Trabajo físico en el entrenamiento de Liga

Luego se pasó a una práctica de fútbol especial. El Mago anotó uno de los goles de su equipo; fue un remate rasante a mano izquierda de Domínguez, era el 1 a 1. Sin embargo, recurriendo al lugar común, una gaviota no hace verano. El equipo del Mago perdió 16 a 8.

Salas se quedó haciendo ejercicios abdominales después del partido.

- Para qué hacés ejercicios, solo porque ellos están aquí. Mostráles que no tenés dibujitos, mostráles -molestó uno de los profes argentinos.

El atacante de Liga se tomó su tiempo en las duchas, fue uno de los últimos en salir. Nos embarcamos, esta vez, de regreso a la casa de Franklin. En el camino, nos detuvimos en una tienda cerca del sitio de entrenamiento; allí, con unos sánduches, Carlos Efraín Mora, de NECdeportes, tuvo que pagar una apuesta realizada con nuestro invitado.

Me veo en la obligación de señalar que la situación no era justa, la apuesta no fue equilibrada; no obstante, el pago merecido. Lo más irrisorio es que nuestro compañero, iluso, apostó un juego de cascaritas con el Mago…otra vez, iluso.

Con un fondo de Nelly, nos dirigimos hasta su hogar. Antes, Salas quiso dejar su auto en una lavadora.

Llegamos a su casa. El Mago recordó que tenía la cuenta de TV Cable pendiente. Salió enseguida, la agencia no quedaba lejos. Entre las miradas de los peatones Franklin ingresó a la oficina. El pago le tomó un minuto; bueno, 2 minutos si se toma en cuenta que la oficinista aprovechó la bendita casualidad de tener al Franklin enfrente y pidió un autógrafo.

- ¿Para quién?
- Para Samia.

Franklin muestra una de sus tantas camisetas

De regreso en su hogar, el jugador nos mostró su colección de camisetas. Una amplia, créanme, amplia colección. Era imposible quedarse con una. Mascherano, Lucho González, la de River, Danubio, de las selecciones sudamericanas, etc. Con orgullo, el Mago muestra la de Josep Guardiola, el nuevo técnico del Barcelona español; era la camiseta de la selección de Cataluña. Incluso, Franklin guarda la indumentaria de un árbitro. "Me la dio porque dijo que quería la mía, y yo le pedí a cambio la suya".

Mientras el desfile de camisetas continuaba, el Mago posaba sobre ellas para nuestro camarógrafo. Por la ventana alcanzamos a ver su piscina vacía.

- ¿Te gusta la piscina, eres de los que pasas metido en el agua?
- Sif -contestó Salas de manera espontánea.
- ¿Por qué está vacía? -repliqué.
- Solo la llenamos el fin de semana, es que el perro es pequeño y nos da miedo que se ahogue.

Después del almuerzo, Franklin requirió ver las fotos tomadas durante el día. Todos, incluso Verónica, nos juntamos para disfrutarlas. El Mago se excusó, iba a tomar una siesta antes de volver a la UTE. Nosotros, debemos admitirlo, aprovechamos e imitamos a Franklin en sus cómodos sillones.

Joshua el futbolista, Salas el "volibolista"

La llegada bulliciosa de Joshua reanimó a todos. Con la energía propia de los niños comenzó a jugar con Snoop, otro cachorro, se entendían a la perfección.

Joshua, el futbolista

Franklin, antes de partir, nos mostró una gran colección de gorras y botines. Mientras disfrutábamos de la variedad, Joshua estaba listo para su práctica. "Papi entreno a las 4", no quería perderse un minuto de su entrenamiento.

Primero debíamos pasar por el auto, ahora lavado, de Franklin. "Papi el entrenamiento es a las 4", repetía Joshua.

Mientras manejaba, Franklin cuenta que en el Play Station prefiere los juegos de peleas; King of fighters, Street fighter, Mortal Kombat, son sus preferidos. Se lamenta que en la concentración de Liga todos sus compañeros gusten de los juegos de fútbol.

Con el auto estacionado, Joshua voló hacia la canchita. Allí lo esperaban un balón y sus amigos. Entre ellos, el hijo de Jairo Campos.

Franklin comentó que le gusta mucho el volley. "He jugado en casi todas las canchas de Quito" admite el Mago quien prefiere jugar de volador o servidor. Dice que comenzó a jugar volley desde los 12 años en su barrio. Allí conoció su actual equipo; "llevo jugando 5 años con ellos", confiesa Salas.

En otro tema, dice que ya se ha acostumbrado a la atención de las personas. Sí admite que puede resultar molestoso que los hinchas, aficionados o admiradores crean que pueden disponer de su tiempo. "Tengo que vivir mi vida (…) tampoco puedo estar escondiéndome", aclara el Mago.

Nuevamente la UTE

Franklin nos advirtió que el profesor de la tarde es un poco más complicado. Apenas pudimos realizar algunas tomas más. Esta vez, la prueba parecía ser inevitable. En un tono de ayuda, sugerimos al catedrático que sea comprensivo con el Mago; él se quejó de la ausencia de Franklin en las últimas clases y cerró la puerta.

Así dejamos al Mago; seguramente gambeteando, como en la cacha, las interrogaciones del profe; probablemente inventando, como los firuletes a sus rivales, las excusas pertinentes para zafar del interrogatorio del académico…ah, por cierto, el profesor es hincha del Deportivo Quito.

Al salir del edificio, llegamos a la zona de parqueos. Ahora, quizá a manera de souvenir, la estampilla de prohibido estacionar adornó el auto del equipo de NECdeportes.

Fotografías: Esteban Yerovi
Por: Daniel Moreano

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Franklin compartió con nosotros su fabulosa colección de camisetas, obtenida tras varios años de carrera y de lucimiento en las canchas de nuestro país y del exterior.

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