La estadounidense Venus Williams, tras ganar hoy su quinto título de Wimbledon, ha afirmado que alcanzar este hito le había situado "directamente en la estratosfera" aunque aclaró que se había emocionado menos por tener enfrente en la final a su hermana Serena.

Venus explicó, instantes después de ganar su quinto título en la Pista Central, que sabía que ésta era "la última ocasión de volver y hacer historia".

Ya en sala de prensa, la mayor de las Williams relató sus primeras sensaciones: "Cuando vi que su bola se iba fuera pensé: 'Oh Dios mío, son cinco'. Guau".

"Cinco títulos", repetía con incredulidad. "Simplemente cinco títulos. Es la primera cosa que pasó por mi cabeza", agregó.

Sobre el partido frente a su hermana menor, aclaró que había sido un choque complicado debido a su rival, "que puede batir a cualquiera", y a causa del fuerte viento reinante hoy en la "Catedral" del tenis.

Reconoció a su vez que la celebración no había sido tan emocionante ya que, a la vez, significaba la derrota de su hermana. "Siempre pienso qué estará sintiendo mi hermana", indicó.

En todo caso, Venus expresó su alegría: "Ganar tantas veces este torneo te pone directamente en la estratosfera, simplemente por lo que este torneo significa, por su prestigio".

Venus fue mejor en los momentos clave, como demuestran las estadísticas: 4 puntos de ruptura de 7 intentos (por 2 de 13 Serena). "Creo que estuve un poco más relajada que ella", dijo.

Además, expresó su deseo de que éste fuera el comienzo de una nueva era de dominio para las hermanas Williams.

Sobre retos mayores, se le preguntó si se ve capaz de igualar el récord de nueve torneos en Wimbledon, ostentado por Martina Navratilova. "Eso sería lo máximo. No es fácil. Su carrera abarcó como tres décadas y no estoy segura si tendré tanto tiempo. Si fuera así, desde luego que es mi sueño", explicó.

La pentacampeona comentó dos anécdotas que interesaron a la prensa presente en la sala de conferencias. ¿Qué se comentaron las dos hermanas en su último desayuno antes de la final?: "Vale, pensábamos, sólo dos partidos más (el de individuales y el de dobles). Es la última vez, simplemente nos animábamos la una a la otra".

"Hoy recordábamos una vez en Sidney, quizá en el 98, en el que ella me veía jugar hasta que recordó que ella misma debía jugar en diez minutos y tuvo que correr de mi partido al suyo. Algunas de las cosas que nos han pasado han sido tan increíbles que cogemos mucha energía e inspiración de ellas", añadió.

Fue curioso, como ella misma reconoció, las sensaciones que tiene durante y después del partido: "Lo divertido es cuando veo la cinta. Y pienso cómo pude hacer todas esas cosas. Cómo realicé tal punto. Cuando veo el partido entonces he de concederme a mí misma un poco de crédito. Pero cuando estoy en la pista pienso 'esto no es lo suficientemente bueno'. Es divertido".

Los planes de Venus Williams pasan ahora por volver a casa, donde le espera su familia y su perro. "Estoy deseando ver a mi perro. Adoro a ese pequeñín. Es mi favorito. Quiero tomarme un descanso de las cinco comidas diarias. Voy a hacer un desayuno ligero y quizá dos comidas, no cinco y seis como aquí", indicó.

Serena Williams, por su parte, se mostró "contenta" por la victoria de su hermana mayor, mientras contempló su derrota como una lección para la próxima vez.

Según Serena, la táctica de Venus hoy fue sacar contra su cuerpo: "Estoy contenta de que lo hiciera, porque la próxima vez sabré lo que esperar de ella".

La comparecencia de Serena fue muy diferente a la de su hermana, por razones obvias, y quedó resumida cuando le comentaron que no parecía "feliz en absoluto". "¿No?", respondió, "me pregunto por qué". EFE