Ecuador salta de emoción, elogia a héroes y grita con fuerza: "Liga Campeón"
Ecuador saltó este miércoles de emoción, se arrodilló ante sus héroes y gritó al unísono: "Liga Campeón", en el llamado 'templo del fútbol", el estadio Maracaná de Río de Janeiro, tras tres horas de un partido que mantuvo tensión hasta el final.
El último penalti, de la tanda de diez que se registró en el prolongado encuentro en el que Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDUQ) alcanzó la Copa Libertadores de América, empujó a la mayoría de ecuatorianos a saltar emocionados, porque su equipo alcanzó la mayor gloria de la historia nacional en torneos internacionales.
Los abrazos se multiplicaron entre miles de aficionados que inundaron muchas plazas, bares, restaurantes, discotecas y calles de Quito para ver la transmisión televisada del partido en pantalla gigante.
Caravanas de vehículos, con banderas blancas de la Liga y haciendo sonar las bocina recorren, desde las once de la noche (04.00 GMT), las calles de Quito, desiertas durante las tres horas anteriores y donde se vaticina una noche larga y de locura festiva.
Una marea blanca, por ejemplo, se agitó en la Plaza Foch de la capital ecuatoriana, donde los hinchas de Liga festejaron a rabiar la obtención de la Copa Libertadores, en el partido final ante el Fluminense brasileño.
Las emociones de los ecuatorianos se mantuvieron durante toda la final, "de infarto", según muchos, que se comieron las uñas durante los 90 minutos del tiempo regular, los 30 adicionales y la tanda de penaltis, que consagró al portero José Cevallos, como "el más grande de todos los tiempos de Ecuador", según un seguidor del club.
Ya antes, una seguidora lo había vaticinado: "Si vamos a penaltis hemos ganado, Cevallos es el mejor parándolos".
La ventaja que había conseguido la Liga de Quito en el partido de ida, disputado hace una semana en la capital ecuatoriana, con la goleada 4-2, se hizo mínima en el Maracaná, porque el 'Flu' hizo todo, también, para llevarse la Copa, y gano 3-1.
Si el primer gol del partido en Río, anotado por Bolaños, hizo vibrar la tierra ecuatoriana, más lo fueron los penaltis ejecutados por Patricio Urrutia, Jairo Campos (falló), Franklin Salas y Joffre Guerrón.
Y es que los ecuatorianos tuvieron que sufrir por esta victoria histórica, que llevará un trofeo internacional, por primera vez en la historia de los clubes locales, a la vitrina de la Liga de Quito.
"Esto es la gloria, es historia, es lo mejor que le ha pasado a Ecuador", decía un hincha en la calle, entre llanto y empuñando parte de su camiseta blanca, la de la Liga.
"Pancho... Pancho... Pancho", gritaban los hinchas ecuatorianos, en alusión al arquero Cevallos, que luego corearon de uno en uno los nombres de los héroes 'albos'.
"Pancho, Araujo, Guerrón, Bolaños, Manso, Vera, Ambrosi, Bieler, Urrutia, Campos, Salas....", gritaban los aficionados, que ya piensan en recibir mañana a sus dioses.
El llanto de los jugadores en el Maracaná contagió también a los ecuatorianos, que festejarán por algunos días la victoria de Liga de Quito.
Las tres horas que duró el compromiso, otorgó a los aficionados liguistas una hazaña que sabe mejor luego de haberla sufrida y por eso los festejos se extendieron, en tiempo y en espacio, por todo el país y por los cientos de hinchas que fueron hasta el Maracaná para llevarse la Copa Libertadores. EFE
El último penalti, de la tanda de diez que se registró en el prolongado encuentro en el que Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDUQ) alcanzó la Copa Libertadores de América, empujó a la mayoría de ecuatorianos a saltar emocionados, porque su equipo alcanzó la mayor gloria de la historia nacional en torneos internacionales.
Los abrazos se multiplicaron entre miles de aficionados que inundaron muchas plazas, bares, restaurantes, discotecas y calles de Quito para ver la transmisión televisada del partido en pantalla gigante.
Caravanas de vehículos, con banderas blancas de la Liga y haciendo sonar las bocina recorren, desde las once de la noche (04.00 GMT), las calles de Quito, desiertas durante las tres horas anteriores y donde se vaticina una noche larga y de locura festiva.
Una marea blanca, por ejemplo, se agitó en la Plaza Foch de la capital ecuatoriana, donde los hinchas de Liga festejaron a rabiar la obtención de la Copa Libertadores, en el partido final ante el Fluminense brasileño.
Las emociones de los ecuatorianos se mantuvieron durante toda la final, "de infarto", según muchos, que se comieron las uñas durante los 90 minutos del tiempo regular, los 30 adicionales y la tanda de penaltis, que consagró al portero José Cevallos, como "el más grande de todos los tiempos de Ecuador", según un seguidor del club.
Ya antes, una seguidora lo había vaticinado: "Si vamos a penaltis hemos ganado, Cevallos es el mejor parándolos".
La ventaja que había conseguido la Liga de Quito en el partido de ida, disputado hace una semana en la capital ecuatoriana, con la goleada 4-2, se hizo mínima en el Maracaná, porque el 'Flu' hizo todo, también, para llevarse la Copa, y gano 3-1.
Si el primer gol del partido en Río, anotado por Bolaños, hizo vibrar la tierra ecuatoriana, más lo fueron los penaltis ejecutados por Patricio Urrutia, Jairo Campos (falló), Franklin Salas y Joffre Guerrón.
Y es que los ecuatorianos tuvieron que sufrir por esta victoria histórica, que llevará un trofeo internacional, por primera vez en la historia de los clubes locales, a la vitrina de la Liga de Quito.
"Esto es la gloria, es historia, es lo mejor que le ha pasado a Ecuador", decía un hincha en la calle, entre llanto y empuñando parte de su camiseta blanca, la de la Liga.
"Pancho... Pancho... Pancho", gritaban los hinchas ecuatorianos, en alusión al arquero Cevallos, que luego corearon de uno en uno los nombres de los héroes 'albos'.
"Pancho, Araujo, Guerrón, Bolaños, Manso, Vera, Ambrosi, Bieler, Urrutia, Campos, Salas....", gritaban los aficionados, que ya piensan en recibir mañana a sus dioses.
El llanto de los jugadores en el Maracaná contagió también a los ecuatorianos, que festejarán por algunos días la victoria de Liga de Quito.
Las tres horas que duró el compromiso, otorgó a los aficionados liguistas una hazaña que sabe mejor luego de haberla sufrida y por eso los festejos se extendieron, en tiempo y en espacio, por todo el país y por los cientos de hinchas que fueron hasta el Maracaná para llevarse la Copa Libertadores. EFE