El Maracaná lucirá completo, los boletos se terminaron en tiempo record para el Fluminense - Liga

Enviado por juanca el Sáb, 21/06/2008 - 15:42
Unas 69.000 entradas para el partido final de la Copa Libertadores de América 2008 entre el carioca Fluminense y el ecuatoriano LDU de Quito se agotaron hoy en unas cuatro horas de una venta desordenada, lo que dejó a millares de aficionados irritados, dijeron autoridades.

Los boletos fueron vendidos en tiempo récord en cinco puntos de la ciudad de Río de Janeiro y de nada le valió a miles de personas hacer enormes filas desde la tarde de ayer y pasar la noche a las puertas de las taquillas del estadio Maracaná, en la sede del equipo y en otros tres puntos de venta.

Las explicaciones del conjunto carioca intentaban apaciguar la ira de sus seguidores, después de que irritados hinchas que estaban en las filas disueltas protestaron y fueron contenidos por la policía con gases lacrimógenos y pimienta.

"Lamentablemente el Maracaná ya no tiene el espacio del pasado. Hoy la capacidad es de 85.000 aficionados y uno sólo puede vender 69.000", dijo el superintendente general del Fluminense, Carlos Henrique Correa.

Del resto del aforo, unas 6.000 son localidades cautivas (que ya tiene dueño), 8.000 son para deficientes físicos, ancianos y menores de 12 años y 1.900 son tribunas especiales exclusivas, explicó Correa en un comunicado oficial del equipo.

Unos 80.000 aficionados salieron a comprar boletos, pero no había para todo el mundo, dijo el empresario del equipo.

Para consolar a su público serán instaladas pantallas gigantes en puntos estratégicos de la ciudad para la transmisión del partido, prometió el equipo.

Pero no todos los 69.000 boletos llegaron al público, puesto que unos 1.500 van a la Conmebol (Confederación Suramericana de Fútbol), 800 fueron para el LDU y 7.000 con los seguidores registrados en el Fluminense.

En las taquillas del Maracaná, la cola hoy le daba la vuelta al estadio y los aficionados se quejaban de una total desorganización en las ventas y de la inmediata presencia de revendedores que habían acaparado boletos para rematarlos en precios cinco veces superiores a los originales.

Las entradas más baratas, que costaban 80 reales (unos 50 dólares) se agotaron en menos de una hora.

El Fluminense hizo un encarecido llamado a los aficionados para que no salieran de sus casas a intentar conseguir boletos.

Pero pocas horas después del anunciado fin de las ventas un centenar de hinchas comenzó a aglomerarse de nuevo en la sede del equipo con la esperanza de encontrar algunas entradas remanentes.EFE