El portugués José Mourinho sumó otro título, el quinto con el Chelsea y el italiano Roberto Mancini anudó otro récord a la trayectoria del Inter, en una jornada en la que Schalke destapó viejos fantasmas, al perder una buena ocasión para distanciarse en la Bundesliga.

Mourinho ya tiene su título esta temporada. Desde que llegase al cargo, en junio de 2004, no ha fallado en ofrecer a su propietario, Roman Abramovich, un trofeo con el que calmar al magnate ruso.

En 2005, fue la Copa de la Liga y la Liga inglesa, la primera en 50 años para el club, un año después fue otra Liga y, éste, ya suma una nueva Copa de la Liga.

No es un gran título, porque con la Liga prácticamente en poder del Manchester, que le aventaja en nueve puntos, la Copa de Europa es el gran objetivo, pero sirve para apagar los rumores que apuntan a la salida del entrenador portugués en junio.

Lo ha logrado, además, ante el Arsenal y, sobre todo, ante Arsene Wenger, con quien ha mantenido agrias polémicas.

Mourinho asegura que, frente a toda la filosofía que rodea al francés, su equipo se adapta a la realidad y así lo hizo en el estadio el Milenio, donde remontó el gol logrado por Theo Walcott (m.12), con dos tantos del marfileño Didier Drogba (ms.20 y 85).

Y eso pese a jugar la última media hora sin su capitán John Terry, por quien temió todo el estadio tras recibir una patada en la cara de Abou Diaby.

Terry, que tuvo que ser evacuado a un hospital con un collarín y una mascarilla de oxígeno, regresó a tiempo al estadio de Cardiff para festejar con sus compañeros el título, tras recibir el alta médica.

Si Mourinho ya tiene otro título en Inglaterra, Roberto Mancini acumuló un nuevo récord con el Inter.

Frente al Catania, a puerta cerrada y en el estadio de Cesena, por la sanción impuesta al club siciliano tras la muerte de un policía en el derbi ante el Palermo, el Inter sumó su decimoséptimo triunfo consecutivo en Liga (2-5) y el noveno como visitante, con lo que iguala la plusmarca como visitante del Milán entre dos temporadas (1991-92 y 92-93).

El Catania, que aguantó un tiempo, hasta que marcó el argentino Walter Samuel (m.45) y reaccionó con orgullo tras el descanso, cedió ante el convencimiento del grupo de Mancini, que se sabe superior a todos sus rivales y reparte sus goles.

En esta ocasión, marcaron los argentinos Santiago Solari y Julio Cruz, el italiano Fabio Grosso y el sueco Zlatan Ibrahimovic. Con el estreno goleador de Solari, son trece los jugadores que ya han anotado en el Inter esta temporada, lo que unido a las numerosas rotaciones que hace el técnico, hablan de la calidad de su plantilla.

En Alemania, el Schalke no sólo desaprovechó una buen ocasión para lograr una buena ventaja, sino que reabrió viejos fantasmas.

Tras el empate sin goles del Stuttgart ante el Hertha, del viernes, los reales azules tenían la oportunidad de cerrar la vigésima tercera jornada, con siete puntos de ventaja.

Pero el Schalke, invicto en los últimos 13 encuentros, falló en Gelsenkirchen, ante el Bayer Leverkusen, quien por otro lado suele amargarle la fiesta al conjunto del Valle del Ruhr.

El Schalke, que no ha ganado más que en una de las nueve últimas ocasiones al Leverkusen, encajó un tanto de Stefan Kiessling, en el minuto 85, y no pudo reaccionar.

Tiene cuatro puntos de ventaja, pero apodado el campeón de la gente, desde que en 2001 perdiese un título en el tiempo de prolongación, cada revés reaviva esos cuatro minutos que festejó un trofeo que, finalmente, se adjudicó el Bayern, al empatar en el minuto 94 ante el Hamburgo.