Thuram abogó por que los árbitros detengan los partido si se producen actos racistas
"Es más fácil sacar una cartulina amarilla que detener un partido", dijo el defensa blaugrana, en alusión al "caso Abdeslam Ouaddou", jugador del Valenciennes francés, que durante un encuentro avisó al árbitro que había recibido insultos racistas de un aficionado; el colegiado le mostró una tarjeta amarilla. Precisó que en España existe racismo, igual que en otros países en los que ha jugado, como Francia e Italia.
"Desgraciadamente, en España, como en otros países, en el estadio oyes cierto ruido, como en el último partido que jugamos en Madrid, donde había un aficionado haciendo ruido y yo le saqué la lengua, lo que le enfadó un poco", agregó.
Por otro lado, calificó de "comprensible" la actitud de su compañero de equipo, el camerunés Samuel Eto'o, cuando amenazó con marcharse del terreno de juego de La Romareda. El hecho se produjo en el partido de Liga contra el Zaragoza en 2006, cansado de escuchar los gritos simiescos de un parte del público.
"Hay que comprender hasta que punto puede estar afectado para abandonar el terreno de juego" añadió el central blaugrana. Thuram no militaba en las filas barcelonesas cuando se produjo aquel incidente. No obstante, añadió que hubiera sido positivo que se marcharan todos del campo, no sólo Eto'o.
El defensa, conocido por su compromiso en la lucha contra la intolerancia, apoyó así la declaración del CERI "Todos contra el racismo", que pretende que la Eurocopa 2008 sea una "vitrina" del compromiso de todos en la lucha contra las "manifestaciones racistas y la discriminación radical en el fútbol". La declaración condena, además, la incitación pública a la violencia, al odio o a la discriminación, las injurias públicas y la difusión de imágenes o símbolos racistas. EFE